La Justicia española es percibida por el 95% de los ciudadanos como increíblemente lenta, ineficaz, ininteligible, anticuada y desorganizada, muy lejos de lo que debería ser un servicio público y a años luz de otros servicios públicos como el de la Sanidad o la Educación.
Y esto es así cuando se les pregunta a los ciudadanos, porque cuando los sujetos entrevistados son los usuarios, demandantes o demandados, entonces el barómetro de satisfacción se queda en cero.
Cómo van a quedar satisfechos el ganador o el perdedor de un pleito judicial cuando éste se ha demorado durante años sin justificación aparente y sin que se sepa muy bien en qué se ha gastado ese tiempo.
Tabla de Contenidos
- Soy Héctor Arderíus, pero todos me conocen como Tristán el Subastero.
- 1. Para empezar, un ejemplo de justicia comparada
- 2. Sigamos comparando a la Justicia española
- 3. Decir que la Justicia española es lenta es quedarse corto
- 4. La Apertura del Año Judicial
- 5. ¿Seguro que los retrasos no se deben a la sobrecarga de trabajo?
- 6. Visto un juzgado incompetente, vistos todos
- 7. La Justicia española, los legisladores y el interés de los ciudadanos
- 8. Y de las resoluciones judiciales mejor no hablamos
- 9. Conclusión, que la Justicia española no funciona
- 10. La solución, quitarle competencias a estos incompetentes
- 11. Pero… ¿tiene arreglo la Justicia española?
Soy Héctor Arderíus, pero todos me conocen como Tristán el Subastero.
1. Para empezar, un ejemplo de justicia comparada
La instrucción del juicio del Prestige comenzó en noviembre de 2002 y el juicio oral no comenzó hasta otoño de 2012, tras 10 años de tocamiento de huevos de sus señorías. Y encima tuvieron la desvergüenza de que la vista oral durara otros 8 meses.
Y precisamente estos días acaba de decidir el Tribunal Supremo quién debe hacerse cargo de las indemnizaciones. Estamos en otoño de 2017. Hace 15 años que se hundió el Prestige.
Mientras tanto, tras la explosión de una plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México en el año 2010, el juicio comenzó en febrero de 2013 y posteriormente, en 2015, el departamento de Justicia de los Estados Unidos ratificó el pacto por el que la petrolera indemnizaría con 20.800 millones de dólares a todos los afectados por el vertido.
Ambas, la Justicia española y la americana, han resuelto sendos juicios por un accidente con vertido de crudo.
Pero la Justicia española necesitó quince años y la americana apenas cinco.
2. Sigamos comparando a la Justicia española
Y con los delitos económicos la Justicia española tampoco lo hace bien.
El escándalo de Forum Filatélico sacudió España en mayo de 2006 cuando la Audiencia Nacional ordenó la intervención de la empresa por tratarse de una estafa piramidal con un agujero patrimonial de 3.500 millones de euros.
El juicio comenzó el pasado mes de septiembre de 2017…
¡¡¡tras una instrucción de más de 11 años!!!
La fiscalía pide 27 años de prisión para el presidente de la sociedad, 16 años para el director general y 15 años para los cuatro consejeros. ya veremos en cuántos años los deja el tribunal.
Mientras tanto, en los Estados Unidos, el escándalo Madoff, la mayor estafa de la Historia (de 64.800 millones de dólares) se ventiló en apenas 6 meses. En diciembre de 2008 el banquero fue detenido por el FBI y acusado de fraude. En junio de 2009 Madoff fue condenado por un juez federal a 150 años de prisión.
3. Decir que la Justicia española es lenta es quedarse corto
Y esta ha sido la duración de algunos de los juicios más famosos de los últimos lustros:
- Juicio por la intoxicación con el aceite de colza: 8 años, desde 1981 hasta 1989
- Juicio por los GAL: el asunto se empezó a instruir en 1983 y las últimos sentencias fueron en 1998, total 15 años.
- Juicio por el caso Banesto: 9 años.
- Juicio por la estafa de Gescartera: 7 años.
Cada vez que oigo a algún portavoz del Consejo General del Poder Judicial defendiendo a la Justicia española y sosteniendo, contra toda evidencia, que los jueces se hinchan a trabajar y que la mayoría de ellos incluso se lleva el trabajo a casa para continuarlo por la noche, cada vez que oigo semejante barbaridad me pongo enfermo.
Quien quiera creer que los ciclópeos plazos judiciales de la Justicia española se deben a la sobrecarga de trabajo es que, o no ha pisado un juzgado en su vida, o se ha puesto deliberadamente anteojeras progres para no ver que lo que aquí están fallando son las personas, que por un lado tienen el contrato blindado de por vida, tanto si lo hacen bien como si su labor es un desastre, y por otro lado, son un poder del Estado, lo que les coloca por encima del bien y del mal.
4. La Apertura del Año Judicial
Durante la primera quincena de septiembre la Justicia española se pone de tiros largos para celebrar con mucho boato el el inicio del llamado Año Judicial. Se trata de una ceremonia muy solemne en la que intervienen el Rey, el presidente del Tribunal Supremo, el Fiscal General del Estado, y las más altas magistraturas del Estado.
Pues yo opino que en vez de tanta solemnidad y boato, lo que deberían hacer estos señores es mostrarse postrados de rodillas, con la ropa echa jirones y cubiertos de ceniza y de tal guisa recorrer las calles aledañas al Tribunal Supremo.
Y además, acompañados por los cien o doscientos jueces y secretarios judiciales que peor lo hayan hecho durante el año precedente, éstos semidesnudos y con el rostro oculto por un vergonzante capirote. Ah y con todos los jueces decanos de España de la misma guisa.
Y para rematar el escarnio, también debería permitirse que los ciudadanos les tiráramos tomates a su paso. Y lo que sería la monda es que esta ceremonia saliese en los telediarios de Japón para que cada año nos visitasen más japoneses, todos bien cargados de tomates para sus señorías.
Y es que esta gente, por encima del bien y del mal, vive de espaldas al ciudadano y semejante choque de realidad podría hacerles mucho bien. Solo así podrían interiorizar el increíble que daño que le están causando a la sociedad con su incompetencia inasequible al desaliento y el profundo desprecio que sentimos los ciudadanos por tan desprestigiados personajes.
¿Y cómo ha llegado la Justicia española a esta situación?
Lo cierto es que lo ignoro, pero quizás tenga algo que ver el hecho de que los jueces sean un poder del Estado. Un poder aparte. Un poder que no tiene que rendir cuentas ante nadie. Así, se han ido poco a poco acostumbrando a que sus tremendos errores no les acarrean consecuencias negativas.
Y una cosa ha llevado a la otra hasta terminar en el estercolero actual.
5. ¿Seguro que los retrasos no se deben a la sobrecarga de trabajo?
Seguro segurísimo.
El problema es, hablando mal y en plata, que en los juzgados, desde el agente judicial que acaba de incorporarse, hasta el juez, pasando por los secretarios judiciales, ahora llamados rimbombantemente Letrados para la Administración de Justicia, todos ellos se tocan los huevos a dos manos.
Y ya está, no hay otra explicación.
Si no, cómo se explica que en un juzgado de los más atascados de España, cuyos funcionarios tienen una media de cinco a ocho meses para proveer un escrito, haya uno de ellos que esté al día.
¿No será que este hombre es el único que no se ha dejado llevar por la molicie imperante en su juzgado?
En ese juzgado en el que estoy pensando y que los subasteros madrileños conocemos muy bien, los escritos que se presentan tardan entre cinco y ocho meses en ser proveídos, es decir, leídos y atendidos por el funcionario tramitador y el secretario judicial.
Ahora bien, que uno de los tramitadores de ese mismo juzgado esté al día y provea los escritos según le van llegando… ¿eso no significa nada?
¿Cómo es posible que en ese juzgado tarden de doce a dieciocho meses en entregar el testimonio de los decretos de adjudicación cuando en el juzgado vecino tardan entre unos cuatro meses?
¿Eso tampoco significa nada?
Ambos juzgados reciben el mismo número de demandas al año.
Pero uno de ellos marcha como la seda y el juzgado vecino es un agujero negro judicial.
Y el caso es que la divergencia entre ambos juzgados comenzó cuando cambió la secretaria judicial de uno de ellos, que fue sustituida por la secretaria más funesta que pudo encontrarse, que comenzó a acumular retrasos poniendo a uno de los mejores juzgados de España en la cola en apenas un par de años.
Esto que estoy contando lo he visto yo mismo con estos ojos que se han de comer los gusanos.
Y después de ésta incompetente vinieron otros y otras secretarias judiciales que se mostraron incapaces de encauzar las cosas, de forma que llegó un momento en que incluso perdieron interés en hacerlo.
Simplemente se acostumbraron a la situación.
¿Cómo es posible que un juzgado que marchaba estupendamente cambie radicalmente y comience a acumular retrasos por el simple recambio de su secretario judicial?
6. Visto un juzgado incompetente, vistos todos
Cuando entras en uno de los pocos juzgados buenos el ambiente es siempre el mismo. Los funcionarios trabajan en silencio, cada uno a lo suyo, todo está ordenado, te tratan con respeto y tienes acceso al secretario si así lo solicitas.
En cambio produce vergüenza ajena visitar los juzgados que acumulan los mayores retrasos. En ellos hay varias conversaciones cruzadas, la mitad del juzgado está vacío porque los empleados se van a desayunar en grupo, te tratan a patadas y es imposible que el secretario te atienda.
Los usuarios habituales de la Justicia estamos más que acostumbrados al maltrato de estos tipejos avinagrados, holgazanes e incompetentes.
Es que el rendimiento no es el mismo cuando se está atento a la pantalla del ordenador centrado en el trabajo que cuando se está simultaneando éste con las dos o tres conversaciones cruzadas que suele haber entre los empleados.
Ah, que lejanos aquellos buenos tiempos en que España iba bien y apenas había conflictividad judicial por haber disminuido el número de morosos.
Llegó un momento en que los funcionarios de los Juzgados de Primera Instancia apenas tenían carga de trabajo. Pero aquellos vientos trajeron estos lodos. Los funcionarios se adaptaron rápidamente a aquella buena vida y bajaron la productividad a mínimos.
Luego llegó la crisis, la gente dejó de pagar sus deudas y la conflictividad judicial resucitó. Y ahora que el número de demandas se ha disparado resulta que las tienen que tramitar funcionarios judiciales cuya productividad tiende a cero porque han perdido la costumbre de trabajar.
7. La Justicia española, los legisladores y el interés de los ciudadanos
Y lo alucinante es que a las autoridades judiciales se les hace el culo Pepsicola cuando habla de las garantías procesales en España, mencionando que son las mayores del mundo occidental, jactándose de que aquí se preservan los derechos más que en cualquier otro sitio.
¿Y eso le interesa a los ciudadanos?
Los que pagamos nuestras deudas queremos que cuando no se nos paga a nosotros, que se le requiera al deudor y que si no es capaz de argumentar en unos días el motivo de su impago, que el juzgado dicte orden de embargo y alguna de sus propiedades se venda forzosamente en una o dos semanas.
Eso es lo que queremos.
O que si el inquilino moroso no es capaz de acreditar en unos días que realmente ha pagado su mensualidad de alquiler, el juzgado le desaloje en una semana.
Y nos importan una higa lo derechos procesales del deudor si los mismos alargan el proceso cinco años.
¿Y qué hacen nuestros amados legisladores?
Pues cada vez lo empeoran más.
Cada reforma legislativa trae nuevos derechos procesales
para los incumplidores y los delincuentes
y menos garantías de cobro rápido para los acreedores y las víctimas.
Por ejemplo, hace unos años bastaba con que un vecino del edificio del demandado firmara la notificación al demandado y se hiciera responsable de hacerla llegar al destinatario para que la notificación fuera considerada bien hecha.
Posteriormente, nuestros amados legisladores reformaron la legislación en el sentido de hacer imprescindible que la notificación debía recibirla directamente el destinatario para darla por buena. Resultado, que los expedientes judiciales se eternizan aún más que antes.
8. Y de las resoluciones judiciales mejor no hablamos
Será mejor correr un tupido velo sobre la calidad de las resoluciones de los jueces porque si bien es cierto que estos señores demostraron en su día que merecían un sobresaliente en memoria, sin embargo muchos de ellos sacan todos los días un muy deficiente en sentido común.
Y ni mencionar que existe un grupito de «Jueces para la Demagogia» -los jueces más sectarios e ideologizados de Occidente-, que hartos de trabajar con el corsé de las Leyes, han decidido seguir sus propios dictados y entrar de lleno en la elaboración de las mismas.
Y el problema no son solo las resoluciones de los jueces sino en general la incompetencia judicial generalizada.
En fin, que será mejor pasar de puntillas sobre este espinoso asunto,
9. Conclusión, que la Justicia española no funciona
La Justicia española es un lastre para nuestra economía. Los que nos dedicamos a los negocios lo sabemos bien.
Necesitamos un sistema judicial capaz de dar respuesta en unos pocos meses a cualquier desencuentro legal.
No me refiero a las grandes demandas civiles como las mencionadas al principio del post, tipo el caso del Prestige, el caso Madoff o Forum Filatélico, sino a los pleitos pequeños y medianos, que podrían resolverse en semanas o meses porque las pruebas son aplastantes (letras firmadas, escrituras de hipoteca, etc.) pero cuya resolución se demora más de cuatro años la mayoría de las veces.
Yo he sufrido procedimientos judiciales en los que a pesar de que el demandado se allanó a la demanda desde el principio, no hubo resolución judicial hasta pasados más de veinte meses. De hecho ahora mismo estoy sufriendo uno de ese tipo.
¿Cuántos acreedores legítimos se ven obligados a cancelar sus deudas por la mitad del principal porque saben que eso es mejor que meterse en un pleito de varios años tras el cual se colocarán, en el mejor de los casos, como el último de los acreedores embargantes?
Este es el pan nuestro de cada día de los que hacemos negocios en España.
Hay abogados que se han especializado en llegar a acuerdos que eviten el pleito a costa de que el acreedor se conforme con cobrar solo una parte de lo adeudado.
Muchos morosos profesionales viven de eso, sabiendo que al final solo van a tener que pagar una parte de sus deudas.
Existen estudios sobre el lastre que eso supone para la economía española y el resultado es acojonante.
«Para hacer negocios en España
hay que tener muy en cuenta
que la Justicia española no funciona»
Solo en el mercado del alquiler de viviendas, a pesar de los benéficos cambios legislativos habidos respecto a los desahucios en los últimos años, se calcula que más del 90% de los potenciales arrendadores prefieren cerrar sus casas que exponerse a los peligros de arrendar su vivienda.
Por cierto, que muchos secretarios judiciales y jueces se las han arreglado para que esos cambios legislativos que acabo de mencionar y que afectan a los desahucios por impago del alquiler, queden en nada porque no se aplican en sus juzgados.
Son así de cachondos (los muy hijoputas).
Cuando un moroso le dice a su acreedor que o se conforma con cobrar la mitad de lo adeudado o va a estirar el pleito lo más posible, está abusando de la ley y aprovechándose de la incompetencia judicial española.
Cuando un inquilino moroso le dice a su arrendador que o le perdona los quince meses que lleva sin pagar o le deja la vivienda hecha un erial, está abusando del desastre judicial español.
Por no mencionar el sangrante problema de los okupas.
Porque la incompetencia judicial trabaja para los malos.
No lo olvidemos.
Y no solo en sentido figurado.
Los usuarios habituales de la in Justicia española sabemos que si el juez o el secretario judicial tienen la mínima oportunidad de favorecer con sus resoluciones al moroso, al abusador, al malo de la película, todos sabemos que sin duda lo van a hacer.
Y no hay espectáculo más siniestro que cuando el secretario
judicial pone desde el principio su recto a disposición de la glotonería del villano, porque éste, naturalmente sin los naturales límites que la Ley impone, suele dejarse llevar por su mala naturaleza y da rienda suelta a su bellaquería sin más límite que sus bajos instintos.
10. La solución, quitarle competencias a estos incompetentes
Los pocos lectores que aún me aguantáis sabéis de sobra el poco respeto (y menguante) que me merecen algunos (no todos, ni muchísimo menos) funcionarios judiciales.
De hecho esta no va a ser la primera vez que me muestro partidario de quitarle el trabajo a estos necios y dárselo a los notarios.
Ya he comentado varias veces que soy un convencido de la necesidad de ir poco a poco quitando responsabilidades a los juzgados y transferirlas a las notarías, los registros de la propiedad, etc.
A quien sea con tal de que no sea funcionario de Justicia.
Porque realmente todo lo que tocan sus señorías, desde un divorcio hasta una testamentaría, lo convierten de inmediato a un agujero negro sin volumen espacio temporal, que lo mismo puede resolverse en un año que en cinco. Sin que nadie sea capaz de explicar en qué se ha gastado exactamente tanto tiempo.
Así que, quitémosles competencias y a otra cosa mariposa.
11. Pero… ¿tiene arreglo la Justicia española?
Hasta aquí he resaltado la importancia de tener un sistema judicial con sentencias previsibles y rápidas. El problema es cómo conseguirlo.
Que sí, que actualmente hay sobrecarga de trabajo, eso no lo discute nadie, pero el problema del atasco es de recursos humanos. Pero no de recursos humanos en el sentido de aumentar el número de empleados sino de incentivarles más y mejor.
A estas alturas y tras las críticas vertidas en este artículo, supongo que a nadie le extrañará si afirmo que la reforma estructural más importante de las muchas que necesita este país es precisamente la reforma de la Justicia.
Y la solución la tenemos delante de nuestras narices.
¿Acaso no funciona fabulosamente bien
el sistema de Notarías y Registros de la Propiedad?
Cualquier comparación entre la productividad de un juzgado -de cualquier juzgado- y el de las notarías o los registros de la propiedad solo puede tratarse de un mal chiste. Solo hay que darse una vuelta por cualquier notaría para ver la eficacia con la que están organizadas y cómo funcionan como un piano recién afinado.
El motivo es muy sencillo: allí nadie es funcionario.
En las notarías mantener sus puestos de trabajo depende de que las cosas funcionen bien, de que el trabajo salga a tiempo y de tratar bien a la clientela para que funcione el boca a boca
Mi propuesta es replicar en la administración de justicia exactamente el mismo sistema que ya existe en las notarías. Así, cada juez, una vez aprobada la oposición y designado el juzgado en el que ejercerá sus funciones, contratará a un Letrado para la Administración de Justicia de entre los que también tengan aprobada su oposición, tanto si la acaba de aprobar como si ya está ejerciendo en otro juzgado.
Y también tendrá que contratar a los empleados judiciales, que será mejor que NO sean funcionarios. Es imprescindible que el juez tenga la capacidad y la libertad de contratar a quien desee y de despedir a quien no funcione correctamente.
La Justicia es algo muy serio como para dejarlo en manos de cualquiera.
Por eso es importantísimo que los empleados de los juzgados NO sean funcionarios públicos. Si los empleados de las notarías y los registros de la propiedad hacen un estupendo trabajo sin ser funcionarios, qué necesidad tenemos los ciudadanos de que el trabajo de los juzgados sea llevado a cabo por funcionarios.
¿Y qué hacemos con los actuales funcionarios judiciales?
No lo se, pero lo menos dañino para la sociedad sería enviarles a su casa con el sueldo íntegro. Cualquier ministerio al que se les destinase lo acabarían pudriendo y contaminarían a sus nuevos compañeros de trabajo con su incompetencia y negligencia proverbiales.
A ver, Tristán… ¿Estás proponiendo introducir criterios de rentabilidad y de beneficio en un servicio público?
Por supuesto,
¿quién no querría ver a la Justicia o a cualquier otro servicio público regido por criterios de excelencia?
¿Quieres privatizar la Justicia? ¿cobrar a los ciudadanos?
Quiero introducir criterios de rentabilidad y eficacia y si eso significa privatizar la Justicia española, entonces sí, quiero privatizarla. Pero en realidad no haría falta cobrarle a los ciudadanos ni un euro, más allá de que al final son ellos quienes lo están financiando todo vía impuestos.
Quien seguiría pagando las facturas sería el Estado, solo que no lo haría a ciegas y a lo loco y sin criterios de calidad, como hasta ahora, sino que solo pagaría por sentencias firmes. Así muchos juzgados partidarios del ejercicio alternativo del Derecho y de la creatividad en las sentencias judiciales se lo pensarían mucho antes de dictar resoluciones desatinadas y destinadas a ser apeladas ante instancias superiores.
Lo que propongo es que se calcule el coste actual que tiene para el Ministerio de Justicia cada sentencia dictada por los Tribunales y que el coste medio sea el precio que la Administración pague al juez por cada demanda.
Pero ojo, solo cuando la sentencia sea firme, haya sido ejecutada y se pueda archivar.
De esta forma, si la sentencia es recurrida y tumbada en segunda instancia, será esta segunda instancia quien cobre el precio pagado por el Estado, quedándose el juez de primera instancia con un palmo de narices. Así aprenderá que la Judicatura no está para sus gilipolleces sino para aplicar estrictamente la Ley.
Por el contrario, si la sentencia de primera instancia es confirmada, entonces el precio lo cobra el primer juez y los honorarios del juzgado de segunda instancia los paga el recurrente, que así aprende que recurrir por recurrir y para dilatar los procedimientos no sale gratis.
¡¡Oh, gran Manitú, el Tristán éste es un máquina
y acaba de dar con la solución al problema de la Justicia española!!
Actualmente, con el estado actual de la in Justicia española, es casi imposible predecir qué sentenciará un juzgado de Primera Instancia, pero las Audiencias Provinciales están para poner las cosas en su sitio aplicando correctamente la Ley. Por eso, con la reforma que estoy proponiendo se acabarán las sentencias estúpidas porque al juez juguetón le pueden suponer no cobrar por el trabajo realizado.
Lo cual está muy bien, porque es lo que nos pasa al resto de los mortales cuando nuestro trabajo es defectuoso.
Y si el juez no cobra por el trabajo realizado por el juzgado, con qué dinero le pagaría entonces el sueldo a sus empleados.
Con la reforma de la Justicia española que propongo los jueces de Primera Instancia tendrían que ajustarse a Derecho, con lo que las apelaciones a tribunales superiores disminuirían y las sentencias serían firmes mucho antes.
Por favor, querido lector y amigo, medita sobre esta propuesta con pragmatismo y desprovisto de anteojeras ideológicas, pensando solo en su potencial eficacia y en si al final los ciudadanos saldremos o no beneficiados con la reforma. Olvídate de ideologías y politiqueos. Piensa solo en tu interés como ciudadano usuario de un servicio.
Y a los que os de grima la palabra privatización, no la utilicéis para describir esta reforma porque con la misma el ciudadano no va a tener que pagar cuando pida justicia. Al revés, sus derechos se van a ver incrementados con una resolución más rápida de sus conflictos judiciales.
El objetivo no es disponer de un pesebre en el que dormiten docenas de miles de funcionarios judiciales sino disfrutar de verdad de una Justicia verdadera y rápida, sin detenerse en politiqueos.
El resto son monsergas.
Y ahora, querido amigo lector, si has llegado hasta aquí es porque el post ha sido de tu interés. Por lo que te pido que tanto si estás de acuerdo con el contenido de mis críticas y con mis propuestas de reforma como si te han parecido insultantes para la Justicia española y demasiado neoliberales, pinches en los iconos de ahí abajo para que en tus redes sociales también tengan la oportunidad de conocerlas.
Tristán: en la justicia -y en todas las administraciones- hay buenos y malos funcionarios; pero, también, ocurre en las grandes empresas: hay buenos y malos trabajadores y no siempre es posible despedirlos. ¿Por qué la justicia es la administración que peor funciona?, muy sencillo: por falta de dinero. Y no me refiero sólo a que los jueces o los letrados estén mal pagados, sino sobretodo a que es la única gran administración que no maneja su propio presupuesto. La Justicia está gobernada desde otras administraciones. Dices que las Notarías y los Registros viven de lo que cobran al ciudadano y viven bien porque también trabajan bien. Conviene recordar que hubo un tiempo en que los juzgados también funcionaban con aranceles y, pese a tener personal funcionario, trabajaban mucho mejor que ahora. ¿Dónde está la clave?: en la pasta para autogobernarse y su reflejo en las nóminas de quienes trabajan en la administración. Aprovecha a los letrados de los juzgados para manejar el cotarro como hacía antes y verás qué cambio. Saludos
Buenos días a todos y gracias también a JR por su certera respuesta.
A ver si me podéis confirmar si lo he entendido bien. Me bastaría con un sí o un no porque no quiero ser pesada. Aunque sé que mi caso es cada vez más frecuente y esto que contamos puede venirle muy bien a muchas madres viudas con algún hijo/a cabezota.
Y es que, tras releer los posts del blog relativos a la disolución de proindivisos y a su mejor estrategia, saco la conclusión de que no me quedan más cáscaras que solicitar al juzgado la disolución del condominio, la venta de la casa y —si no se vendiera— su subasta, primero entre mi hijo y yo y, después (si mi hijo o mi nuera la quebraran) abierta para todos.
Pero, según entiendo, la ley no le otorga al LAJ potestad suficiente como para ordenar a mi hijo la venta, sino que el único que está facultado para ello es el juez en su sentencia. Ya que, si el LAJ accediera a ello antes de la subasta, la ley no le permitiría imponer la venta sino sólo proponerla. Y si mi hijo continuara negándose entonces, antes de cinco años la subasta sería inevitable.
Me despido con mi agradecimiento más sincero para Súper Tristán y sus colaboradores por hacer posible este blog, que con razón dicen los expertos que es —sin duda— el mejor de subastas que se puede encontrar en todo Internet.
Hola de nuevo, Maria, el proceso de división acaba con una Sentencia que la acuerda, y que, a falta de acuerdo, ordena la subasta en fase de ejecución.
En esa fase posterior es el LAJ quien decidirá las condiciones, a propuesta de las partes, lo que dices de entre ambos y la quiebra es solo una de las diversas condiciones posibles.
Saludos,
Buenos días a todos,
Agradezco a JR su sabia aclaración, ya que —efectivamente— la LEC deja muy claro (en su artículo 641) que es competencia del LAJ el ordenar que la casa se intente vender primero o que, directamente, se subaste.
En mi modesta opinión, me parece interesante solicitar en las condiciones que —en primer lugar— se procure esta venta controlada por el juzgado, ya que entiendo que conlleva menos gastos y riesgos que la subasta; y, además, dificultaría que alguien pudiese meter la mano donde no debería.
Hasta la próxima
¿Llamas «meter la mano donde no se deberia» a que alguien participe en una subasta PÚBLICA?
A lo mejor resulta que son los propietarios los que han hecho algo que no deberian para acabar en subasta publica, y no los licitadores
saludos
Buenas noches a todos,
No Disforo, no estoy en contra de las subastas públicas en absoluto. De hecho, muchas veces son la única solución para problemas muy graves. Y los subasteros me merecen mucho respeto y admiración por la gran complejidad y riesgo de su trabajo.
Pero también tengo bastante claro que —como lega en la materia que soy— me interesa más, siempre que pueda ser, evitarlas.
Lo de “la mano” iba dirigido sólo a las ventas de inmuebles pertenecientes a varios copropietarios ya que —a veces— mi experiencia me dice que algunos de ellos intentan llegar a acuerdos, con los compradores o los mediadores, a espaldas de los demás y en beneficio propio. Por eso me parece interesante, en estos casos, una venta con tutela judicial.
Espero haber sido capaz de aclararte mi opinión.
Si, te deseo lo mejor, yo tambien ando con disputas familiares y por experiencia te recomiendo seguir el dicho de «mejor un mal arreglo que un buen pleito»
Lo dicho, suerte
Buenos días a todos.
Algo sencillito y fácil de responder:
Tras la muerte de mi marido, mi único hijo no está de acuerdo con vender una segunda residencia en Andalucía de la cual tiene sólo el 50% de la nuda propiedad. Yo poseo el 50% restante y el usufructo pero soy pensionista y no la puedo mantener. La casa está deshabitada y él tampoco va por allí.
Como por lo que contáis en el blog, lo de las subastas públicas es muy arriesgado:
1. ¿Podría yo directamente solicitar al LAJ del juzgado que obligue a mi hijo a aceptar los servicios de una inmobiliaria y a firmar la venta cuando se produzca?
2. Si no, ¿Cómo podría conseguir del juzgado una subasta privada sólo para los dos?
3. ¿Sabéis de alguna otra solución alternativa?
Si hago caja con ésta, os contrato para que me ayudéis con lo demás.
Gracias por vuestras valiosas opiniones.
Como la opción de presentar una demanda de disolución de proindiviso contra tu hijo es un poco fuerte (y quizás prematura) yo primero lo intentaría por la vía notarial, tal como explico en este post:
https://subastanomics.com/mejor-estrategia-disolver-proindiviso/
Muchas gracias por tu respuesta tan rápida Tristán, pero leo en ese post que me recomiendas que mi hijo tendría que estar de acuerdo antes de ir a la notaría y no lo está en absoluto. No hay manera de que comprenda que hay que deshacerse de esa carga ¿Tenéis algún consejo más tú o tus colaboradores?
Hasta la próxima
Buenas noches, Maria, teniendo el usufructo, puede alquilarla, vender el usufructo, o su %.
Si no, la opción de esa subasta entre dos es posible, previo proceso judicial de división.
Saludos,
No hace falta tanto. Pero pluses de bonificación para todos según sentencias firmes, y procedimientos archivados vendrían bien. Y el sueldo del juez, y ojo, del letrado de Justicia, como el del notario o registrador, a arancel de sentencia dictada. Y si te la tumban en segunda instancia, no cobras. Tp hace falta echarles de plaza castilla.
Qué exhibicion de ignorancia y «cuñadismo».
Un señor entra e una oficina de los funcionarios y pregunta
Por la tarde no trabajan?
Noooo, cuando no trabajamos e por la mañana
Por la tarde no venimos.
Tristán que sepas que la semana que viene será en barbecho para todos los funcionarios de justicia, hablando de tu post, poco se van a concentrar.
Se me ocurre que cobrasen un 50% de lo que cobran y que se se vaya incrementando en función de la productividad hasta llegar al 100%. Un estilo a los comerciales, un sueldo base que se incrementa en función de las ventas del mes.
Precisamente hace dos días recibí un ingreso que correspondía a una reserva de postura que hice hace un años y siete meses!!!! es que es increible señores!! ahora que lo pienso…menos mal que no fuí el mejor postor!!
Veo dificil privatizarlo aunque funcionaría muchísimo mejor….
De momento la solución pienso que estaría en poner en la nómina de cada funcionario un plus «productividad por objetivos», del cual según se cobre o no, este plus, dependa el llegar a cobrar la totalidad de la nómina que tienen ahora asegurada o incluso superarla si cumplen o superan objetivos.
Habría que empezar por el Juez en cuya nómina este plus tendría que ser alto, muy alto, cuanto más alto mejor, más se iba a preocupar que los trabajadores de su juzgado hicieran su trabajo correctamente. Seguro al que no lo hiciese escribiria para que le sancionasen.
En la nómina del secretario tambien se vería reflejado este incentivo o reducido según realice su trabajo, es mas soy partidario de si realizan su trabajo muy bien este plus haga que sus nóminas mensuales sean más altas que las que perciben ahora mismo, y así mismo esta regla se aplica a las nóminas de los funcionarios.
La desidia que hay en los juzgados desaparecería incentivando el trabajo, al igual que nos incetivamos nosotros cuando hacemos un negocio… a ellos les da igual que el trabajo salga rápido o lento, mal o bien, porque no tienen ningún estímulo positivo.
Totalmente de acuerdo con lo comentado por el maestro Tristan, pero creo que esto no tiene arreglo en esta España, donde no hay justicia ni quien la ponga, donde no funcionan un montón de cosas primordiales amen de la Justicia, p.e. Banco España, mirando para otro lado en vez de controlar debidamente a las E. Financieras en fin no veo a nadie capaz de poner el cascabel
Hace muchos años estuve trabajando en una E Bancaria y debía llevar mandamientos de ingresos que hacían en cuentas de los juzgados en esa Entidad y recoger lo que hubiera, cada vez que iba me costaba Dios y ayuda que me los cogieran, no eso el secretario, pero si no esta, pues espera
Bueno hasta que ya el día enésimo la cosa se presentaba igual, así que me fui al pasillo y la primera puerta abrí era del Juez se los deje allí y le conté el porque, ya estaba bien de que mis jefes me regañaran por tardar tanto
Tristan for president!
En realidad yo no veo necesario lo que dices, ya que los registradores son otros piratas que nos iban a salir caros
Para mi bastaría con la informatización total de la justicia, con comunicaciones electronicas y edictos en el boe, y aplicaciones que controlen los plazos de una manera estricta. Aparte de cambios legislativos.
Por ejemplo la aplicacion del BOE que han puesto a disposicion de los secretarios judiciales para las subastas, aun siendo mejorable, va estupendamente, y les ahorra un montón de trabajo y de tiempo, cosa que encima muchos son incapaces de apreciar.
Te hablo «desde el futuro»
Han pasado casi 7 años de tu comentario y todo sigue igual. es lamentable, pero todo sigue igual.
Llevo 18 meses para el decreto de remate, de un piso de una herencia yacente, el tío se tiró, el piso está vacío, los herederos desaparecidos… vamos una ganga.. cuando leía el mensaje de mfmelo me veía reflejado…
Cada vez que voy a ver a LAJ escribe en un PostIt mis datos, lo pega en la pantalla y me asegura que en los próximos 15 días «lo mira»… y así llevamos 6 meses visitándola cada mes…mi mujer y yo, a veces incluso con el niño de 4 años, que es muy guapo y muy simpático pero que se mueve como si fueran gemelos… a ver si la angustiamos y nos adjudica… pero ni con esas…
Increible cómo este post de Tristán apenas ha envejecido en 7 años
Uno de los mejores post que te he leído últimamente. La pena, es que el lunes, algunos funcionarios estarán entre café y café riéndose de esto, tipo: ¿habéis visto por internet lo que propone ese tio, que a veces se pasa por aquí a darnos la tabarra? ¿No, qué dice? … Menudo flipao.
No te creas que les da igual. Algunos se indignan bastante. Y las funcionarias del juzgado madrileño con el que me he metido más por ser el juzgado más incompetente de España, en determinado momento desataron una cacería y trataron de averiguar mi identidad por todos los medios. Le preguntaron a muchos subasteros de Madrid, uno por uno. Y ninguno me delató. Y les decían a los otros subasteros que si se enteraban de quién era yo que me dijeran que no va a poder volver a comprar allí en toda mi vida. Como si alguien quisiera meter dinero en semejante juzgado. En aquellas semanas estuve un montón de tiempo sin aparecer por allí por si me preguntaban a mi se mi sonrisa me delataba.
Pues ahora te conocen bien.
Lo que debería preocuparles es hacer bien su trabajo, menos horas y que estas sean más productivas.
Pronto vendrán los robots y se quejaran de que les quitan el trabajo a sus hijos/as, a ellos ya es irremediable.
Lo veremos, será en pocos años, a los sumo 10.
Como no podía ser de otra forma, una meditación profunda y amarga de la situación de los juzgados en España.
Los funcionarios de justicia son muchos, bien organizados, en general bien pagados y, sus dirigentes, hasta el ministro, con privilegios especiales desde que alcanzan su puesto hasta que mueren, no hasta que se jubilan, hasta que mueren.
Ya nos gustaría a todos que se pudiera hacer lo que planteas y anhelas, pero hay que ser realistas y en la forma que expones jamás se hará y menos aun existiendo partidos llamados «progresistas» y otros que se llaman, así mismos, «liberales», los dos bandos, generalizando, son propagandistas para recibir votos y jamás harán nada en contra de sus intereses, aunque sea por el interés general.
Al igual que ha pasado con los estibadores de puertos ha de ser la CCEE la que ponga unas leyes obligatorias de cumplimientos mínimos.
Hoy he llamado a un juzgado para preguntarles por una adjudicación que tengo desde abril de 2.016 me han dicho que haga ya el ingreso, que me van a aprobar decreto y le he dicho a la funcionaria que primero me ha de llegar el decreto de remate y me dice que no hace falta, que les haga el ingreso y que ya me aprobarán el decreto de adjudicación.
Los subasteros sufrimos muy particularmente el estado de la justicia en España. Los abogados y procuradores la soportan y conviven con el estado de lentitud y unas veces se favorecen y otras se perjudican, por lo que no presionan lo necesario. Los subasteros no estamos organizados y para estos estados, dentro del Estado, no existimos, quizás algún día tendremos que plantearnos el hacer una asociación y el más indicado para ello eres en estos momentos tú.
Un remedio le han de dar, pero con partidos políticos como los de Podemos en el candelero poco se podrá hacer y como prueba el recurso que van a plantear al TC por ejecutar en Cataluña el 155. Con el PSOE tampoco se puede contar mucho, pidiendo en estos días la condonación de una deuda que ellos han provocado.
Saludos Crack.
hola un tema off topic , en el juzgado gane alguna subasta pero en la seg social nunca me inicie si mando un sobre cerrado como te enteras que has ganado te lo notifican por carta?
Les llamas y se lo preguntas.
O te acaba llegando una notificación.
Totalmente deacuerdo, es penoso que para el trabajo se haga bien tenga que privatizarse, pero es así. Cualquier empresa privada tiene unos objetivos, un interés, unas ambiciones para el futuro. Sin embargo, una empresa pública, el único interés que tiene es que llegue el día 30 del mes para llevárselo calentito y mientras menos problemas le den mejor, porque trabajen lo que trabajen a final de mes el sueldo es el mismo, entonces qué motivación van a tener para trabajar más y mejor?
Apoyo su propuesta de privatizar la justicia civil. Soy funcionario de justicia y es desesperante trabajar con compañeros totalmente desmotivados.