
Sí, lo has leído bien: comprar un Mercedes Benz sin gastar dinero. ¿Cómo? Con la combinación “subastas + Kiyosaki” es fácil cambiar de supercoche cada cinco o seis años sin que el capricho te cueste ni un euro. El método para comprar un mercedes cada 6 años es de mi propia invención, pero sin Kiyosaki y su forma de ver el mundo no habría sido posible desarrollarlo.
Pero que quede claro que, aunque este es un blog de subastas, NO estoy hablando de comprar en ninguna subasta de Mercedes Benz ni de comprar Mercedes baratos de segunda mano. No, nada de eso. Me refiero a en lugar de gastar la pasta en comprar un mercedes, invertirla vía subastas judiciales en una buena inversión que sea muy rentable y, con los beneficios de dicha inversión, comprarnos un Mercedes Benz nuevo cada 6 años. Por la cara. Porque nosotros lo valemos. Y porque somos así de chulos.
Como expuse en el post anterior sobre libertad financiera, Robert Kiyosaki fue quien acuñó ese concepto en los años noventa y quien lo ha desarrollado con un buen montón de libros que giran en torno al dinero y la mentalidad que hay que tener para que sea fácil obtenerlo e invertirlo. En resumen, la verdadera clave del éxito es poner a trabajar al dinero en vez de acumularlo o gastarlo en caprichos.
Si quieres saber más sobre Kiyosaki y su punto de vista acerca del dinero sigue leyendo, pero si lo que quieres es comprar un Mercedes nuevo sin que te cueste un euro, entonces, viaja directamente al final del artículo, que allí lo explico con pelos y señales.
1. Conociendo a Kiyosaki
La filosofía de Kiyosaki gira en torno a un concepto concreto: cómo generar ingresos pasivos, pues la verdadera clave del éxito es poner el dinero a trabajar en vez de acumularlo o gastarlo en caprichos.
En otras palabras, en vez de engrosar la cuenta corriente o de fundirte todos los ingresos en llevar una vida de caprichos instantáneos y fugaces, los que tienen mentalidad de ricos buscan buenas inversiones que sean capaces de generar ingresos por ellos sin que tengan que hacer nada para que la máquina del dinero siga funcionando.
Para Kiyosaki, lo que separa a los pobres de los ricos es el círculo vicioso o virtuoso en su relación con el dinero: el pobretón de toda la vida se ve siempre limitado por lo que Kiyosaki llama “la carrera de las ratas”, que consiste en vivir para pagar las facturas y sin generar excedentes. Siendo muy difícil salir de estos ciclos de ingresos escasos por estar constantemente pagando gastos.
Solo se saldrá de esta situación cambiando profundamente nuestra forma de pensar. Pero, en la mayoría de los casos, la presión social sobrepasa a la voluntad de cambiar y, por eso, la gente vive siempre al tope de sus posibilidades, eliminando su capacidad de ahorrar y prosperar. Si queremos cambiar esto, debemos cambiar profundamente los paradigmas de quien pretenda cambiar sus condiciones de vida.

La salida final de esta “carrera de las ratas” se produce solo cuando el individuo pasa a vivir de las inversiones, y sus ingresos pasan a proceder no de su trabajo personal, sino de su amplio portafolio de inversiones.
Por cierto, ¡algo tendrá este tipo cuando su conferencia de Barcelona de pasado mañana ha colocado el cartel de completa! Y no era nada barata.
2. El cuadrante del dinero es la clave para comprar un mercedes nuevo cada 6 años… sin gastar dinero
¿Por qué algunas personas trabajan menos, ganan más, pagan menos impuestos y poseen mayor seguridad financiera que el resto?
Kiyosaki divide a la gente en cuatro grandes cuadrantes:
- Los empleados, que trabajan por cuenta ajena a cambio de un salario. Estos nunca serán ricos
. - Los trabajadores por cuenta propia (o autónomos) y los profesionales libres.
- Los empresarios, que son dueños de una «herramienta de hacer dinero», que es su empresa.
- Y los inversores, que ponen su dinero a trabajar mientras ellos se dedican a sus cosas.

La raíz de todos los males no es el dinero sino la falta de él.
El dinero es una herramienta de intercambio valiosísima y un acelerador de proyectos de primer orden. Es una herramienta que sirve para materializar cosas. No es casual que casi todos los objetivos que nos marcamos a medio y largo plazo necesiten dinero para llevarse a cabo. Yo no solo no me avergüenzo de querer ganar dinero, sino que es una condición sine qua non en todas mis inversiones, que solo se pueden llevar a cabo con dinero.
El dinero es, además, un amplificador que hace más grande lo que tú ya eres, ¿sabías? El que es idiota, con dinero, es mil veces más idiota. Y el que es inteligente, con dinero, es mil veces más inteligente.
Lo repito: el dinero solo es un medio para lograr alcanzar nuestros objetivos.
Como dice Kiyosaki, podemos tener mucho dinero y no saber qué hacer con él y también podemos tener poco dinero y hacer mucho con lo poco que tenemos. Hacer que el dinero trabaje en nuestro beneficio es lo más inteligente que podemos hacer.
Todo esto lo explican muy bien en este video:
Quejarte y lamentarte por el estado actual de la economía no es productivo si lo que quieres es cambiar tu futuro financiero. Si quieres cambiar de cuadrante, tienes que trabajar por ello y tomar las riendas de tu futuro. Tienes que construir tu propio sistema de ingresos pasivos.
Puede que estos sean tiempos difíciles para la mayoría, pero actualmente la percepción ha cambiado y ahora hay muchos emprendedores ahí fuera para quienes esta es una época de inmenso potencial económico. Yo mismo creo que es el mejor momento de la historia para mi negocio: el de la inversión inmobiliaria en subastas.
Ahí fuera todos nos enfrentamos a muchos miedos, pero si no nos atrevemos a dar pasos bien meditados nunca sabremos si estaba o no a nuestro alcance cambiarnos al cuadrante más molón de los cuatro.
3. Date la oportunidad que estás buscando, apúntate al curso online TOPsubastas
Si tienes interés en saber más sobre mi forma de vivir y generar ingresos pasivos a través de las inversiones inmobiliarias, te invito a que visites mi escuela de subastas y te apuntes al único curso que te enseñará a invertir y a conseguir la mayor rentabilidad en tus negocios.
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4. Basta ya de rollo, ¿qué tienen que ver Kiyosaki y las subastas con comprar un Mercedes nuevo cada seis años sin pagar ni un euro? Tristán, esto huele a timo.
Pues es muy sencillo, amigo lector.
¿Qué es lo que haría cualquiera que se encontrara con un ingreso inesperado o con unos ahorros de 40.000 euros? La gente haría lo siguiente:
- El ciudadano cigarra se compraría inmediatamente un capricho, por ejemplo, un Mercedes. Y se quedaría sin dinero
- El ciudadano hormiga lo ahorraría, dejándolo en su cuenta corriente, o, a lo sumo, en algún fondo de renta fija. El muy primo puede que lo utilizara para amortizar la hipoteca. A la larga también se iría gastando poco a poco ese dinero hasta acabar con él.
- En cambio, el inversor inteligente del cuarto cuadrante lo que haría sería invertir con cabeza ese dinero de forma que trabajara para él día y noche durante el resto de su vida. El resto de su vida. Y luego sus hijos y los hijos de sus hijos.
Sé lo que me vas a decir: los intereses de renta fija de solo 40.000 euros no te dan para comprarte un Mercedes.
Obviamente no, amigo, pero si ese inversor inteligente conoce la mejor y más rentable herramienta de inversión que existe actualmente en España, que son las subastas, siempre podrá comprar con ese dinero algún piso en Madrid o en Barcelona (las dos ciudades que ahora me parecen las más rentables para alquilar viviendas) y alquilar ese piso por 500 o 600 euros al mes. ¿Cuál es la clave? En ambas ciudades no existen alquileres inferiores a esas cantidades por muy penosa que sea la vivienda alquilada.
Puede que ahora pienses: sé que eres un impostor, Tristán, porque ni de coña compras en Barcelona o en Madrid por 40.000 euros un piso que luego puedas alquilar por ese dinero. ¿Estoy en lo cierto?
Por supuesto que no lo compro por 40.000 euros. ¡Ni loco pagaría tanto dinero! De hecho, durante el pasado otoño, hemos comprado, exactamente, ocho pisos madrileños, aunque uno de ellos todavía está en el aire. Todos cumplen el requisito de poder alquilarse por unos 500 o 600 euros: el piso que menos nos ha costado han sido 26.000 euros y el que más, creo recordar, que unos 34.000.
(Ojo, estas eran cifras de 2016)
Y ¡ojo!, que todas estas compras se han llevado a cabo sin mi intervención, porque yo estaba demasiado focalizado en que el curso de subastas me salga perfecto como para dedicarle tiempo a estas inversiones. Así que no vayas a pensar que estas compras solo las hacen los muy veteranos. No, de eso nada.
Pero como tú eres muy novatillo, digamos que las cosas no te salen tan bien y tienes que pagar un poco más. No importa, no te pierdas en esas pequeñeces.

Las cuentas son sencillas: el inversor inteligente no se compra el Mercedes con la pasta de la que dispone, sino que invierte ese dinero en comprar en subasta un piso que va a quedarse en su patrimonio durante toda su vida. En otras palabras, la compra no será un gasto, sino una inversión. Y con los 500-600 euros que ese piso le va a proporcionar cada mes en unos cinco o seis años habrá reunido lo suficiente para comprarse un Mercedes nuevo, (aunque sí, de los baratitos) y repetir la hazaña cada cinco o seis años del resto de su magnífica vida de triunfador alfa.
Olvídate de comprar un mercedes barato de segunda o quinta mano y con trescientos mil kilómetros recorridos. Olvídate también de buscar como un friki subastas de Mercedes Benz medio destripados. Haz las cosas con inteligencia y empieza a pensar como lo hace la gente rica.
Y cuando los perdedores circulen todavía en la cafetera que compraron hace veinte años, el inversor alfa seguirá estrenando Mercedes, o viajando por África o dándose cada cinco o seis años el capricho que le salga de los huevos.
Y todo, simplemente, porque supo esperar.
Y porque es el alfa, claro.
Soy Héctor Arderíus, pero todos me conocen como Tristán el Subastero.