
Aunque el fenómeno de los okupas nació en los años ochenta, no ha sido hasta ahora cuando se ha convertido en un problema social de grandes dimensiones y ello sobre todo por culpa de la increíble campaña que muchos medios de comunicación llevan años haciendo en contra de los desahucios y exagerando el problema de la vivienda en España.
Ahora han conseguido que parezca que cualquiera que tenga necesidad de una vivienda y que no se la pueda pagar tiene todo el derecho de okupar la primera que encuentre que esté vacía.
Os adelanto que esta historia tiene un final feliz gracias a la empresa Desokupa.
1. La anécdota de la gitana okupa
– ¿Pero qué hace usted en esta vivienda? Preguntó el pobre inocente cuando al intentar abrir la casa que acababa de comprar a la SAREB se encontró con que una gitana le abrió la puerta.
– ¿Cómo que qué hago, payu, esta es mi casa y vivo en ella con mi marío, mi prima, dos cuñaos y mis tres niños?
– Eso es imposible, esta casa estaba vacía la semana pasada y ahora vengo de la notaría de firmar las escrituras de compra al banco. Sois okupas y os habéis colado en la casa dando una patada a la puerta.
– ¿Una patá? ¿Una patá? Nosotros no hemos dao ninguna patá. Somos muuu honrados y ahora mi marío y sus hermanos están trabajando en la chatarra, pero cuando vengan sus vais a enterar por decir que somos cupas. Esta casa la hemos comprau y estamos pagando la poteca y tenemos lus papeles. Además, el abogao nos ha dicho que to es legal y que si alguien quiere que nus vayamos, que nos de veinte mil euros y que si no, que van a tardar cinco años en echarnos porque estamos con tres niños y venimos de estar debajo dun puente y con los niños pasando musha hambre y frío.
(A estas alturas el pobre Fredo ya está acojonado y súper arrepentido de no haber instalado la puerta acorazada, con cerradura antibumping de 17 puntos de seguridad, que su amigo Tristán le recomendó diciéndole que él las instala en todas las viviendas vacías que compra, tanto si ya tiene la posesión como si no, incluso aunque aún no estén ni pagadas).
– Perdona, pero… ¿por un lado me dices que habéis comprado la casa y que no os habéis colado y por otro lado que si os doy veinte mil euros os vais?
– Claro que sí, payu, porque ese es el dinero que nos hemos gastao en reformarla.
– ¿Reformarla? Pero si ni siquiera habéis tenido tiempo para reformar nada. Acabáis de entrar a vivir en la casa.
– Si payu, pero ya estamos empadronaus y to. Ve al ayuntamiento y pregunta. De aquí no nos echas en mushos años, también nus lo ha dicho la asistente social, que es mu simpática y mu güena gente.
(La cosa empeora por momentos. A estas alturas Fredo ya solo quiere salir de allí y llamar a Tristán)
– ¿Cuántos días lleváis aquí, dos, tres, una semana?
– Si payu, pero la hemos reformao nosotros y hemos gastao musho euro. Además, que sepas que si no nus das los veinte mil cuando nus vayamos del piso nus llevaremos to el aluminio, los sanitarios y los zulejos, que lus hemos puesto nosotros y son nuestros.
2. La mafia de los okupas de pisos sueltos
La anécdota anterior la he inventado yo, pero es una situación que se está produciendo todos los días en el negocio inmobiliario desde que los clanes mafiosos de gitanos se están dedicando a ocupar masivamente viviendas vacías, que han sido o van a ser subastadas.
Su manual de okupación es muy sencillo: Cuando se enteran de una vivienda que está en subasta y que se ha quedado vacía, le meten una patada a la puerta. Luego entra el electricista y engancha con la farola más cercana y de paso con el Canal+ de los vecinos.
Y finalmente venden la posesión por mil o mil quinientos euros a otros okupas, con la condición expresa de que lo que le venden no es la propiedad sino sólo el uso de la vivienda hasta que finalmente el banco o el adjudicatario particular les consiga desahuciar.
Con la posibilidad nada desdeñable de extorsionar al legítimo propietario y conseguir que acceda a soltarles un pastizal para ahorrarse un montón de tiempo y de dinero.

Porque además, ojo, que la amenaza de la gitana de llevárselo todo y dejar el piso en estado de derribo no es una bravata. Algunos okupas sudamericanos son unos pobres infelices, pero de verdad que las amenazas de esta otra gente son para tomárselas muy en serio.
Te pueden dejar el piso hecho unos zorros, en tal estado de ruina que te resulte imposible rentarlo sin gastarte un pastizal en reformas. De manera que si habías pensado que podrías simplemente pintar y listo, ese cuento de la lechera se acabó desde el momento que le dijiste NO a la gitanada.
Esta mafia de okupas es un salto cualitativo que convierte lo que al principio era una filosofía de vida de cuatro desarrapados (el llamado movimiento okupa) en un gran negocio, más cerca del de las vigilancias de las obras que del de las ocupaciones de viviendas.
Como sabéis no hay constructor en España que no haya tenido que pagar sumas muy considerables de dinero a las mafias gitanas para evitar que estas mismas mafias le roben los materiales y la maquinaria de obra. El procedimiento es sencillo. Se acerca uno de ellos y le ofrece al jefe de obra su servicio de vigilancia. Si lo rechazas te empiezan a robar todas las semanas hasta que claudicas y les contratas. A partir de entonces se terminan los robos. Los vigilantes gitanos ni siquiera tienen que quedarse vigilando por la noche. Les basta con colocar un cartel para avisar a los otros clanes de que esa obra está controlada por ellos y listo. De esta peste sólo se libran las grandes constructoras que son capaces de pagar su propio servicio de vigilancia.
Por cierto, que acerca de este problema escribió unas páginas memorables un estupendo escritor español recientemente fallecido, Rafael Chirbes.
Y aunque los principales damnificados por la mafia de okupas son las viviendas de bancos, también los pequeños inversores artesanales tenemos nuestras cuitas con esta gente.
Lo que no me cabe en la cabeza es la estupidez antropológica de las entidades financieras españolas que dejan desguarnecidas las viviendas que se van adjudicando en vez de instalar inmediatamente puertas anti-okupas. Pueden instalar puertas acorazadas con cerraduras antibumping (lo que hago yo) o directamente puertas de acero, que no se las salta ni el equipo A. Además, de éstas últimas también las hay de alquiler. Otro medio de protección extremadamente eficaz es la instalación de una simple alarma anti okupas.
Eso además de los otros medios que hay para protegernos de los ataques de esta gentuza. Lo
importante es conseguir evitar que alarguen la ocupación más allá de las 48 horas. Si los detectas antes, la policía local tiene atribuciones para echarles.
Sin embargo si están 48 horas o más, entonces los tipos se van a la comisaría de policía, se auto denuncian y luego con el papelito de la denuncia se van a ayuntamiento y se empadronan.
Y con eso, listo, ya tienes problema para rato. Porque en este país, todo lo que se judicializa traga mierda durante años.
Por todo esto, coincidiréis conmigo en que mejor que vernos obligados a desalojar okupas es aprender bien las claves para defendernos de ellos de forma que no tengamos que vernos obligados a tener que acudir a los juzgados en busca de una Justicia que éstos ya no imparten.
Y un aviso para los bancos: que vigilen a sus propios empleados, pues me consta que son éstos quienes le dan el aviso a los clanes en cuanto un banco consigue la posesión de una vivienda adjudicada o cuando alguien alcanza un acuerdo de Dación en pago y le entrega las llaves al banco.
Por eso los okupan tan rápido y por eso están okupadas el 80% de las viviendas que los bancos y cajas de ahorro intentan vender por internet. Son sus propios empleados quienes dan el chivatazo a cambio de una propina.
Además de la estupidez mayúscula de publicar los anuncios de venta con la ubicación exacta de la vivienda en venta, de forma que a los okupas les basta con echarle un ojo a las webs de las inmobiliarias de los bancos e ir atacando los pisos según vayan apareciendo.
Por eso tantos de esos pisos que los bancos anuncian como vacíos y de los que incluso publican fotos de su interior, están en realidad okupados por esta nueva gentuza.
¿Se puede ser más tonto?
3. ¿También se atreven los okupas
con las grandes promociones?
Desde luego que sí. Los okupas se atreven con todo, desde simples casas de bancos hasta promociones enteras. Por lo visto los simples pisos de banco ya les parece poco y ahora trabajan a lo grande.
Cuando el promotor arruinado ha dejado de vender la mitad de los pisos, la mafia de okupas convierte el vecindario en un infierno. Porque ya no se trata de viviendas aisladas aquí o allí, sino verdaderas muchedumbres de gentuza que pega a los vecinos, rompen los coches, arrancan los buzones y los porteros automáticos, se llevan los ascensores y amenizan las noches con su griterío tercermundista.
Nadie quiere vivir cerca de esta canalla y allá donde se instalan arruinan el negocio inmobiliario del vecindario. Los vecinos normales toman las de villadiego y el número de okupas crece según siguen asaltando las viviendas que van quedando vacías.
Y por supuesto, pedir, pedir y más pedir a las administraciones públicas. Que se les de casa, renta social básica, ayudas de inserción, y ahora, además, ayudas contra la pobreza energética. En fin, todo lo que se le pueda ocurrir a cualquier político chorras.
4. Y mientras tanto, qué hacen los políticos
En otros tiempos menos considerados con los delincuentes a esta gente se les habría podido echar de nuestra propiedad a patadas y luego haberles corrido por la calle a bastonazos.
Pero eso ya no es posible.
Lástima.
Y si viviéramos en Estados Unidos la policía nos pondría en posesión de nuestra propiedad en cero coma minutos.
Pero vivimos en la degenerada Europa progre en la que algunos políticos cretinos que prefieren ponerse de parte del moroso antes que del acreedor, del okupa antes que del legítimo propietario de una propiedad y, finalmente, del criminal antes que de su víctima.
Aún así a mi me resulta incomprensible la falta de reacción de nuestros gobiernos ante este fenómeno que está arruinando a tanta gente honesta y que no hace otra cosa que crecer.
Y lo que ya me alucina del todo es que haya retrasados mentales que puedan siquiera justificar estos delitos. Y no digo ya votar a los políticos que los justifican…
Políticos y periodistas que se refocilan entre el fango de lo más chungo y chusco de la sociedad, en esa trozo del Tercer Mundo que tenemos ahí mismo, viviendo junto a nosotros, en promociones nuevas, como si se tratara de ciudadanos de primera cuando no lo son.
5. La solución al problema de okupas. La empresa Desokupa
Comenté al principio de este artículo que ésta era una historia con final feliz.
Ha nacido la empresa Desokupa, especializada en el desalojo de okupas mediante una intermediación legal, eficaz, segura y rápida. Ese es el lema que aparece en la web de www.desokupa.com, cuya actuación está basada en la rápida intermediación amistosa con los okupas que habitan el piso cuyo desalojo les hayan contratado, iniciando una rápida negociación y llegando a los acuerdos que previamente hayan establecido con el propietario que les contrata.
Todos los pasos que se llevan a cabo han sido respaldados por una asesoría jurídica.
Desokupa está sabiendo explotar las zonas grises de la ley para devolver a los propietarios sus casas ocupadas sin acabar en los tribunales.
«Nunca entramos en una casa y nunca ponemos una mano encima a nadie. El éxito se basa en tener mucha mano izquierda y utilizar la ley a nuestro favor. Parece sencillo pero el trabajo es muy complicado. Si no, lo haría cualquiera».
La empresa comenzó esta actividad hace más o menos un año y desde entonces lo ha intentado 70 veces, consiguiendo 67 desalojos. Y con cero denuncias.
Sus honorarios para el inversor particular que quiere desalojar un solo piso oscilan entre 4.500 y 8.500 euros (+ IVA) y dependen de muchos factores: el tiempo que ha durado la okupación, si hay niños o no, la nacionalidad de los ocupantes (muy importante, aunque le pese a algunos), si los okupas están apoyados o no por plataformas anti desahucios, etc.
O sea, que si te creías que te iban a ayudar a barrer el piso de gentuza por amor al arte estabas muy equivocado.
Lo que ofrecen es un gran servicio y el precio ha de ser acorde con la importancia del mismo.
El director de Desokupa, Daniel Esteve, se refiere a estas mafias de okupadores profesionales que proliferan especialmente en Cataluña.
Rompen la cerradura, ponen un colchón en el suelo y cuando el propietario llega le dicen «si quieres que me vaya dame 50.000 euros, mientras no lo hagas no aparezcas o te cortamos el cuello»…
cuenta Esteve parafraseando a uno de los okupas que consiguió desalojar.
Era una familia gitana y los saqué amistosamente por una cantidad ridícula. Ese lugar tenía 65 actuaciones policiales y un homicidio, y nosotros terminamos con el problema en 45 minutos y con el jefe de policía delante. Les pagamos lo pactado más los 400 euros del camión de mudanzas y se fueron encantados.
6. La forma de proceder
Lo primero que hacen es llamar a los mozos de escuadra para que estén vigilantes de que no se lleva a cabo ninguna acción ilegal.
Lo segundo es hablar con el administrador de la comunidad o con el presidente y comentarles que van a proceder a negociar con los ocupantes del piso en cuestión. En este punto nunca tienen problemas porque lo normal es que todos los vecinos estén hasta las narices de compartir espacio con esta gente.
Finalmente llaman a la puerta, toc-toc, y le muestran al delincuente la escritura de propiedad (que siempre llevan encima) y el contrato suscrito con el propietario, comunicándole que la policía está en la acera y pidiéndole educadamente que baje un momento para llevar a cabo la actuación legal.
Todo esto se le dice con una educación exquisita.
Ahora bien, quien se lo dice tiene la envergadura física de Schwarzenegger y está acompañado por seis jóvenes de similar presencia. Por cierto, que abajo, en la acera hay otros seis forzudos para que quede meridianamente claro que han venido para quedarse.
Todos los empleados de Desokupa son gente de gimnasio, ex militares, judokas, etc. con cero antecedentes y extremadamente educados.

Así que a estas alturas al macarrilla de dentro los huevos se le han puesto de corbata y, sin saber cómo, hasta la voz se le ha aflautado.
La mitad de los okupas ceden ante la primera impresión y aceptan bajar a la calle.
Ahí la cagan, porque si salen por la puerta ya no vuelven a entrar.
Los muchachos de Desokupa no se lo permiten.
Y todo es legal.
Y con la policía de testigo.
Y, lo mejor, con uno de los empleados grabando un video por si luego a alguna plataforma se le ocurre la genial idea de inventarse algún suceso truculento.
Entonces comienza una corta negociación claudicante que termina con el ex-okupa aceptando firmar un acuerdo por el que abandona voluntariamente la vivienda a cambio de equis dinero.
Y mientras esto sucede los cerrajeros están instalando una nueva puerta acorazada y una alarma de seguridad y los forzudos le están bajando el equipaje a la calle.
Y lo repito, todo sucede delante de la policía y con las cámaras de video grabando.
Nosotros no entramos en las viviendas ni arrastramos a la gente a la calle. Nuestro formato es montar un control de acceso a una propiedad privada mediante un contrato firmado con el propietario. El cliente nos tiene que demostrar que es propietario de ese inmueble y que ha sido ocupado por la fuerza. Comprobado eso, nos acercamos a la vivienda con las escrituras en la mano, muchas veces junto al propietario, y negociamos la salida de los okupas. Si no se avienen a negociar, entonces instalamos un operativo de control de acceso a esa vivienda con varios integrantes, todos con titulación en control de acceso, y nos limitamos a controlar la entrada las 24 horas. Eso les provoca tal incomodidad que, al final, acceden a negociar una compensación económica por su marcha, bajo la advertencia de que, si un día la vivienda se queda vacía, no podrán volver a entrar y se irán a la calle por cero euros. Si en algún momento la situación se tensa, llamamos a la policía, nunca usamos la fuerza.

6.1 ¿Y qué sucede si el okupa no baja a la calle?
Esto sucede en el otro cincuenta por ciento de las ocasiones y lo que hacen entonces es intentar negociar en el recibidor de la casa el mismo acuerdo que hubieran llevado a cabo en la acera.
Con elementos muy parecidos. Los muchachotes mirándote con caras serias de pocos amigos y esas cosillas que suelen conducir inmediatamente al éxito del desalojo.

La técnica consiste en apretarle al tipejo, en presionarle y apabullarle con los músculos y la testosterona, pero con muy buenos modos y siempre dejándole una puerta de salida.
Esa es la clave.
Y en las pocas ocasiones en que cosas no salen como estaban planeadas, entonces montan guardias de 24 horas en la puerta del domicilio hasta que ven a los okupas salir a la calle. Entonces lo okupan ellos y se vuelven las tornas.
En general, cuando esta gentucilla se ve en la calle y sin posibilidad de recuperar su okupación, lo usual es que acepten unos eurillos y se marchen con viento fresco.
6.2 Y si cuando llegan no hay nadie en la vivienda
Entonces la forma de proceder es distinta.
Si en el momento de comenzar el operativo se encuentran con que la vivienda okupada se encuentra en ese momento vacía, entonces el propietario, que suele estar presente en el operativo, autoriza a un cerrajero a cambiar la cerradura y posteriormente instalar una puerta blindada, mientras los integrantes de Desokupa se encargan de controlar la seguridad y de impedir que nadie entre de nuevo en el domicilio.
Si tú eres el propietario y no existe ningún contrato de arrendamiento en esa casa, que ha sido okupada sin tu consentimiento, ¿por qué no habría de ser legal cambiar una puerta e instalar una alarma?
7. Y en el lado contrario, los anti-desokupa y otros necios
Lo más gracioso es que ya les han salido odiadores que les acusan de ser paramilitares de extrema derecha y que se dedican a rebuscar en el pasado de los miembros de esta empresa. Como si a nadie nos pudieran importar las ideas políticas de quienes nos prestan semejante buen servicio o los errores que cualquiera podamos haber cometido hace años.
Yo, por ejemplo, que estoy harto de tener que aguantar el careto de cuatro o cinco mierdecillas de extrema izquierda que nos sermonean cada día desde el Congreso de los Diputados y a los que me veo obligado a sufragar su sueldo y sus privilegios, por qué iba a tener que sentirme molesto porque algunos empleados de esta empresa que me está haciendo este magnífico servicio sean del espectro político que ellos crean conveniente o hayan tenido algunos líos porque un día le dieron a un moroso el par de hostias que se merecía.
Ese mismo par de leches se lo hubiera dado yo a más de uno de haberme atrevido.
Y, cómo no, también alguna prensa y los politiquillos de siempre, más cercanos a la canalla que a los ciudadanos honestos que pagamos nuestros impuestos, ya están buscándoles las vueltas.
Por ejemplo, aquí un memo nos muestra dónde están sus prioridades:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/desokupa-ley-selva-5361918
Y estos otros ídem:
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/09/03/catalunya/1472928940_377965.html
http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/polemica-empresa-desokupa-desalojado-viviendas-barcelona-5357136
http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/barcelona-estudia-legalidad-desokupa-abogados-cuestionan-5362506
De lo que tendrían que avergonzarse nuestras autoridades es de haber formado parte del problema en vez de haber sido parte de la solución y todavía está por ver si a algún político cafre no encuentra la forma de retorcer la Ley para convertir en ilegal la actividad de la empresa Desokupa.
No obstante, por lo que me cuenta Daniel Estévez, se lo van a poner difícil a los políticos porque la operativa de Desokupa ha sido analizada por estupendos juristas y no hay nada que temer en ese sentido.
8. La opinión del abogado
Germán Plaza, abogado de Desokupa, asegura no tener constancia aún de que hasta ahora les hayan puesto ninguna querella criminal, ni tampoco del puñado de denuncias que les han prometido. Asegura tener el expediente absolutamente vacío porque hasta ahora no les ha llegado nada contra Desokupa.
También argumenta que Desokupa se limita a exprimir la ley para ayudar a los legítimos propietarios a recuperar sus viviendas.
«Nunca se participa en desahucios por impago de alquiler o de hipoteca, esa es la línea roja. Se actúa en ocupaciones por la fuerza, casas donde alguien ha entrado echando la puerta abajo y en ocasiones amenazando de muerte a la propiedad. Hablamos de ese tipo de gente. Me sorprende que las entidades sociales se pongan del lado del infractor en lugar de posicionarse a favor de las víctimas, la mayoría de ellas familias que han pagado esa casa con los ahorros de toda una vida y ahora viven el calvario de tenerla ocupada»
En la mayoría de las ocasiones no solo cuentan con el beneplácito de la propiedad, sino de toda la comunidad de vecinos. Porque hay comunidades que están sufriendo auténticos infiernos. Como el caso de unos okupas que se habían adueñado de toda la calle, que meaban en la escalera, amenazaban, acosaban a las mujeres.
9. Mi opinión personal
Como podéis suponer, mi opinión es muy positiva.
Y mi ánimo, de exultante alegría.
Porque, además, esta empresa ofrece sus servicios en toda España. No solo en Cataluña.
Si allí, que es un hervidero pre-revolucionario con anti-sistemas en cada esquina , les ha ido bien y han culminado sus desalojos con éxito, que no será en el resto de España.
Tanto que en cuanto me enteré de la existencia de esta empresa hice lo posible por contactar con ellos y esta mañana he tenido el placer de charlar un rato con Daniel Estévez, el valiente emprendedor a quien se le ocurrió esta genial idea a la que auguro mucho éxito.
Este es el momento de reconocer que en alguna ocasión he tenido la tentación de contratar con el hampa algún desalojo difícil. Pero siempre me he echado para atrás al ser consciente de que eso me convertiría en cómplice de lo que fuera que sucediese en el encuentro y que, por muy apaciguadoras que fueran mis instrucciones, si a alguno de ellos se le iba la mano, el responsable final iba a ser yo. Y naturalmente yo no podría vivir con algo así.
Sin embargo estos chicos de Desokupa no son del hampa. Todo lo contrario. Son gente sana y deportista, muchos de ellos ex militares y que, simplemente, consiguen sus objetivos gracias a su presencia física y a lo que la misma lleva implícito y no porque digan o hagan nada violento ni fuera de la Ley.
Les deseo todo el éxito del mundo.
Por su bien y por el de los inversores inmobiliarios de España.
Y fin del post.
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Soy Héctor Arderíus, pero todos me conocen como Tristán el Subastero.
