
Tristán el Subastero. Bienvenidos al nuevo blog de subastas judiciales
Soy Héctor Arderíus, pero todos me conocen como Tristán el Subastero. Cuando concebí la idea de crear una web no solo no tenía ninguna intención de que incluyera un nuevo blog de subastas sino que en realidad lo único que tenía en la cabeza era que la web se dedicara principalmente a comercializar propiedades inmobiliarias, mías o de terceras personas y quizá a ofrecer algún servicio de consultoría.
Sin embargo con el tiempo algunos expertos en SEO me han explicado que sin las páginas dinámicas que aporta un blog, los interesados no encontrarían Subastanomics hasta pasadas las quinientas primeras páginas de resultados de la búsqueda.
Así que decidí que la web incluiría un blog en el que replicara los mismos post que yo mismo fuera publicando en el blog de Rankia de «Subastas Judiciales». Pero de nuevo los expertos en SEO me conminaron a cambiar de idea pues Google odia a los copiones y en cuanto se diera cuenta de que en Subastanomics me limitaba a copiar y pegar me enviaría a los infiernos.
Así que finalmente he claudicado y decidido que aquí también voy a publicar contenido original y de la mejor calidad y que lo voy a hacer al menos una vez a la semana, sin que ello repercuta ni perjudique en la publicación de contenido, igualmente original y de calidad, del blog de Rankia, donde quiero seguir publicando al menos dos veces a la semana.
Lo que haré será diferenciar ligeramente los contenidos ambos blogs, de manera que todos los relatos que me envían los lectores, algunos desternillantes y otros auténticas pesadillas judiciales y todas las anécdotas que me van sucediendo en mi vida de subastero, los voy a publicar en el blog de Rankia, dejando el Blog de Tristán de Subastanomics para todo lo que sea más bien el estudio de la ciencia de las subastas.
Macho, Tristán, se te ha ido la olla, ¿ahora las subastas son una ciencia, como las Matemáticas o la Física?
Por supuesto que sí, chaval, y si no empiezas a tomarte en serio el estudio de la misma más vale que mantengas tu dinero bien lejos del negocio de las subastas de pisos.