
Comentarte que lo mejor que he publicado sobre este asunto está en el siguiente artículo que recientemente he republicado tras darle un repaso completo: Como encontrar chollos en las subastas de coches embargados
Este es un post de invitado de Jorge Rodríguez, un amable lector que se ha especializado en esta forma de inversión. Pero si quieres
1. La aventura de comenzar en las subastas de vehículos
Lo primero es mencionar que en esto de las subastas de vehículos no soy más que un simple aficionado con algo de experiencia, sobre todo a base de ensayo y error. La mayoría de nosotros hemos aprendido resolviendo los problemas que nos han ido surgiendo. Cuando menos te lo esperas surge el problema que te obliga a aprender y es ahí cuando debes estar espabilado o te caes con todo el equipo.
(Añadido por Tristán: por eso yo repito tanto eso de que lo más importante en las subastas es tener sentido común, mucho sentido común)
Mis primeras experiencias tuvieron lugar en las subastas de vehículos del parque móvil del Estado en una época en la que todo lo que se compraba se vendía rápido y bien, sin apenas regateos y sin problemas. Con esa experiencia empecé a mirar otras subastas y encontré las que sin duda me han reportado más beneficios y satisfacciones personales que han sido las de la seguridad social.
Las encontré fácilmente porque ya se publicaban en internet. Eso es lo que ha cambiado realmente el mundillo de las subastas de vehículos, el acceso a la información.
Más adelante probé con las de Hacienda pero sin mucho éxito.
Y finalmente las últimas en las que he probado han sido las judiciales, las peores sin dudarlo. Me refiero a las subastas de vehículos, por supuesto.
Tras esta introducción voy a contar Cómo participar con acierto y sobrevivir a una subasta de vehículos. Parece fácil pero no lo es en absoluto.
Lo primero, aclarar que, sin duda comprar un vehículo en subasta es una lotería con muchas papeletas de las que toca premio pero a la inversa, de las que pierdes dinero. No lo digo por asustar, ni mucho menos, pero no entiendo como alguien compra a precio de mercado un vehiculo en subasta con tan solo verlo por fuera, cerrado, algo que jamás haría si quien lo vendiese fuera el dueño en las mismas condiciones.
Si estamos decididos a probar suerte hay que conocer perfectamente el proceso.
Estos son los pasos a seguir.
2. Conocer qué es lo que se subasta y en qué condiciones
Para esto lo mejor es entrar en la web de cada organismo y consultar los listados por tipo de bien, localización, provincia donde se subasta, etc. En algunas webs los listados son más o menos completos. Y también puedes llamar para que te aporten información extra. En otros solo se remiten al anuncio y te apañas con eso.
3. Ver el vehículo que se subasta
Una vez localizada la subasta que nos interesa lo principal es ir y verlo in situ. Muchas veces he comprado solo por foto, pero no es lo recomendable puesto que así no se aprecian muchos defectos.
Lo mejor es ir a por los vehículos que están depositados en depósitos de confianza, que no todos lo son. Hay que tener mucho cuidado con esto porque en algunos sitios los depositarios también tienen interés y se dedican a sustraer piezas, a mentir y a intentar ser los únicos con la información correcta de los bienes con la consiguiente ventaja sobre el resto.
La ultima que me ha pasado en un depósito, concretamente uno de la policía local de una población bastante grande de Madrid fue que al preguntar sobre la existencia o no de llaves me dijeron que no las tenían. Pero como no me fiaba porque estaban muy bien aparcados, contacté con el dueño y me dijo que sí que se las había entregado a la policía.
Obviamente no me molesté más.
Al visitar el vehículo hay que intentar captar la mayor cantidad de información posible en una inspección visual. Casi nunca te permiten abrirlos y menos aún arrancarlos. No hay que olvidar que todavía son propiedad del deudor y es responsabilidad del depositario devolverlos en el mismo estado en que se los llevaron.
En esta inspección lo más importante es la capacidad de cada cual para saber si un coche está bien o no mirando de determinada manera. Y también es importante saber preguntar a quien lo tiene depositado. Porque muchas veces sin querer decirlo te informan de cosas esenciales.
4. Las pujas en las subastas de vehículos
Ya lo tenemos claro y ahora toca pujar.
Ahora es más o menos fácil dependiendo de quién organice la fiesta. Si la subasta la celebra Hacienda o si se trata de una subasta judicial todo va a ser online. Aunque la Agencia Tributaria también permite las ofertas en sobre cerrado y las pujas verbales el dia de la subasta.
En las subastas de vehículos de la Seguridad Social se permite el envío de ofertas en sobre cerrado o la postura verbal, con la diferencia de que si la oferta es verbal el mínimo que se puede ofrecer es el 75% del tipo de subasta (tasación menos cargas), exactamente igual que sucede con sus subastas de bienes inmuebles. Y estas ofertas verbales se tienen que hacer antes de abrir los sobres de los demás licitadores.
Sin embargo, en las pujas de la Seguridad Social en sobre cerrado el mínimo que se puede ofrecer es el 25% del tipo, por lo que las ventajas del sobre cerrado son evidentes.
5. Lo más difícil, valorar el vehículo que se subasta
En general la gente que participa en las subastas de vehículos con la idea de especular (comprar para vender) suelen sobreestimar el estado del coche, que siempre están peor de lo que parece.
Y este error lo redondean sobreestimando también el precio de venta. Mucho cuidado porque una cosa es lo que anuncia la gente y otra muy distinta el precio de venta real al que al final venden. Esto lleva a mucha gente a engaño.
Otro error muy frecuente es acudir a estas subastas con la idea de que vas a poder comprar muy barato. Eso, actualmente, es perder el tiempo. Ya nada sale tan barato.
Según mi opinión las mejores oportunidades se dan cuando el vehículo es bueno pero tiene muy mala pinta. La gente solo mira las cosas con buena pinta y nos dejan estas otras que tienen peor apariencia pero que por poco dinero se pueden poner a cien.
6. Finalmente, si conseguimos comprar…
Suena la flauta y entre 25 sobres el nuestro es el más alto.
Genial, ahora a esperar a que sea firme.
Y una vez has rematado el precio de las subastas de vehículos en la Agencia Tributaria, en la Seguridad Social y en otras administraciones la cosa es coser y cantar. No tardan nada y menos en tener todo listo.
Sin embargo en las judiciales más vale tener paciencia porque los trámites se pueden alargar meses. Y lo malo es que eso para el valor de un vehiculo es mortal. Y además cuanto más tiempo transcurre más se deteriora.
7. Los trámites tras una subasta de vehículos
Con los papeles de la adjudicación en la mano hay que hacer varias cosas.
Yo soy de la opinión de que primero hay hacer los papeles y luego, con la documentación en regla, hay que ir a por el coche. Yo siempre lo hago así porque, si resulta que tiene cargas posteriores y al ir al registro por lo que sea no las cancelan y te las tienes que comer, de momento lo mejor es no haber metido un euro en ese vehículo, reclamar contra el organismo subastador si es que estaba mal anunciado y que se nos devuelva el dinero.
Esto es relativamente fácil con todos los organismos excepto con los juzgados.
Y finalmente, cuando el registro nos dice que todo está correcto, entonces y solo entonces voy a por el coche.
Por cierto, que soy partidario de llevarme el vehículo en grua, puesto que la mayoría de los vehículos suelen tener la ITV caducada. Prefiero no correr el riesgo a que me paren y meterme en un lío.
Y una vez tienes el coche en tu poder, limpio de cargas registrales, entonces solo queda pedir cita en la DGT y ponerlo a tu nombre.
Y aquí finaliza el artículo redactado por Jorge Rodríguez. Si lo deseáis podéis premiar su esfuerzo recomendándole en vuestras redes sociales.
Soy Héctor Arderíus, pero todos me conocen como Tristán el Subastero.
