Soy Héctor Arderíus, pero todos me conocen como Tristán el Subastero.
En qué invertir mi dinero es algo que suelo preguntarme cada año cuando la televisión se llena de imágenes de gente celebrando que le ha tocado el Gordo de la Lotería de Navidad. Por cierto, que estas Navidades he caído en la cuenta de que hace un par de años el Gordo cayó íntegro en Madrid, y este año en Barcelona. Curioso, ¿no? Supongo que por eso me he acordado del caso de una conocida del grupo de los amiguetes que había comprado dos de los décimos premiados en el 2016 —uno para ella y otro para su hermano mayor—, y, que, por alguna razón que entonces yo desconocía, al día siguiente, todo dios se había enterado de la noticia.
Después de fiestas, y de comprobar que mejor seguía con las subastas (porque a mí la lotería multimillonario sigue sin hacerme), la llamé para felicitar el Año Nuevo; pelín preocupado porque me había enterado días antes de ver a la Pedroche medio en bolas subida a un campanario (que ya parece ser una tradición tan arraigada como las uvas en Nochevieja).
Parece una tontería preocuparse por algo así, ¿verdad? Pero eso de que todos los conocidos ya supiésemos que le había tocado casi medio millón de euros no parecía muy inteligente.
—Qué pasa, maja.
—¿Qué tal, Tristán?
—Oye, que dicen por ahí que comprasteis lotería de Navidad y que tenéis una flor en el culo, ¿no?
Escuché cómo ella se empezaba a reír al otro lado de la línea.
—Bueno, que te llamaba para felicitarte ¡eh! Y, si me aceptas el típico consejo de tocapelotas, para decirte que yo, quizá, me cuidaría de decirlo por ahí, que os van a salir primos de debajo de las piedras.
—Mientras no me salga otro hermano igual de imbécil que el que ya tengo… Lo de gritar por todo el barrio lo del Gordo e invitar a champán de bar en bar fue cosa de José.
Echamos cinco minutos más hablando trivialidades: yo le dije que claro que seguía con las subastas, y ella me comentó que quería asesorarse bien e invertir con cabeza; le pasé un enlace a la web de Subastanomics ahora que tenía algo de dinero extra para invertir y me pidió que también le enviase el contacto de algún asesor financiero, si lo conocía.
Nos despedimos.
No sé si fue entonces que ella misma me comentó que su hermano ya se había comprado un Porsche Cayenne (¡un Porsche Cayenne!) o me lo explicaron por el barrio (debió ser después, porque apenas sería dos o tres de enero, aunque vete tú a saber). De lo que seguro que me enteré por ahí fue que el tal José, al que solo conozco de vista y de cruzar cuatro palabras con él la verdad, había pringado un pastón en bolsa y en apuestas deportivas en cuestión de dos semanas.
Por curiosidad, y porque algo sabe uno de rentabilizar activos, le eché un ojo a varias noticias que hablaban sobre el tema, e incluso llamé a mi asesor fiscal. Me confirmó lo que ya sabemos aquellos con un poco de sentido común, y lo que he repetido en el blog muchas veces: ese tío no estaba invirtiendo, sino apostando a ciegas. Si es alguien cercano, dijo, que intente invertir en un sector que conozca. O mejor, se corrigió, que se busque a un asesor antes de pulírselo todo en tiempo récord.
Recuerdo que, en enero, estuve dándole bastantes más vueltas al tema; no sé por qué, en realidad, ya que tampoco son grandes amigos, sino más bien conocidos del barrio. A ella sí que le tengo aprecio: sería por eso, supongo. También me daba rabia pensar que, tras un golpe de suerte así, alguien desaprovechase esa oportunidad, pero descubrí que no es algo tan raro.
El 70 % de los ganadores de la lotería termina pobre en cinco años (de esto yo no tenía ni puñetera idea, que conste: lo busqué por Internet). Pero tiene sentido, ¿no?, si nunca has tenido pasta, no es raro que te pulas buena parte de esta entre una mala gestión y no darle al dinero el valor que tiene (no pesa lo mismo lo que te has ganado sudando, o con buenas inversiones, que lo que te han regalado). Y, en estas circunstancias, ¿cuántos padres, hijos y colegas te van a pedir equis o te tildarán de agarrado si no compartes?
Leí varias noticias sobre este tema, pero no encontré nada muy útil; sé que le envié un texto que hablaba de ganadores de la lotería que se habían arruinado, del estilo de esta que publicaron a finales de 2018 en Libre Mercado: La maldición de la Lotería y blablablá (incluso tenía un título similar), y alguna otra sobre en qué invertir si de la noche a la mañana te hacías rico. Imagino que no fui el único que le envié este tipo de cosas, pero me llamaba la atención la situación: lo cierto es que, si nunca te lo has planteado, no aparecen de golpe muchas opciones en las que invertir dinero.
Tampoco es que sean limitadas, ¿verdad? En los blogs de Subastas judiciales y Subastanomics tenéis un porrón de ejemplos de los que he ido hablando: desde las estrategias de inversión de Robert Kiyosaki hasta la inversión en subastas judiciales o en sectores y negocios que conocemos con el fin de rentabilizar inversiones cuya evolución podemos predecir (hasta cierto punto). Yo de lo que sé es de subastas, y es de lo que puedo hablar, pero está claro que hay otras formas de conseguir la ansiada libertad financiera (aunque pocas tan accesibles como las subastas, todo sea dicho).
Warren Buffet —que algo sabrá de estos temas también— se ha cansado de repetir que la mejor inversión para conseguir una verdadera libertad financiera es invertir en uno mismo: en tu formación y crecimiento personal, y creo que TOPsubastas es exactamente eso: formación que nos ayuda a invertir con conocimiento y cabeza, pero tampoco es raro toparnos con vendehúmos y documentación vacía con los típicos eslóganes de agarrarse a un clavo ardiendo: las típicas 3 máximas para duplicar tu dinero en treinta días o los cinco secretos que… Pues que nada. Si no tienes ni idea de predecir cómo actúan los valores en Bolsa, es evidente que no estás invirtiendo en Bolsa, sino apostando, y tienes las mismas posibilidades de ganar o perder que si vas a jugarte el sueldo del mes en el Casino, porque el azar pesa demasiado sin experiencia.
En resumen, que lo que yo he sacado en claro (por si le sirve a alguien) es que, en estas situaciones, lo que toca es pensar fríamente y no tomar decisiones precipitadas: lo primero, coger un porcentaje de esa pasta y que quede intocable (entre comillas) para el día a día y la vida diaria, y buscar opciones en las que invertir el resto de tus activos para mejorar tu libertad financiera: sin intención de repetirme, ya sabéis cómo funciona el cuadrante del flujo del dinero y la carrera de las ratas (y si no lo sabéis, echad un ojo a este artículo sobre la forma de pensar de Kiyosaki que ya he enlazado por arriba también).
Con respecto a esta conocida y a su hermano, el tal José, me explicaban un par de meses más tarde que son la noche y el día. Ella se dejó asesorar por profesionales e incluso se ha lanzado conmigo a un par de buenas inversiones en subastas; hoy, tiene buenos proyectos para rentabilizar el dinero que le llegó por medio de la lotería y que ha conseguido duplicar o triplicar.
¿Y el hermano? Él malvendió el Porsche de más de 100.000 eurazos y sigue en el paro más de un año y medio después: parece ser que mandó a tomar viento a su jefe, y ahora no encuentra nada. Parece ser que la maldición de la lotería se ha cumplido con él, porque incluso la pasta del coche la necesitaba para cubrir un tema de apuestas, o algo así. La cuestión es que ya lo sabéis: no es mala suerte; a veces, solo es sentido común y experiencia.
Esta anécdota me parece que refleja a las mil maravillas aquella frase tan famosa de Kiyosaki: podemos tener mucho dinero y no saber qué hacer con él, y también podemos tener poco dinero y hacer mucho con lo poco que tenemos. Que nadie pierda la esperanza; las oportunidades están ahí: solo nos queda aprovecharlas.
Y, por esto, para aquellos que tengáis interés os explico algunos de los consejos que le di a mi amiga para conseguir esa ansiada libertad financiera que todos queremos.
Índice
- 1. En qué invertir mi dinero para conseguir la libertad financiera
- 2. ¿En qué invertir mi dinero? ¡En activos reales!
- 3. Ventajas de invertir mi dinero en el negocio inmobiliario
- 4. Desventajas de invertir mi dinero en el mercado inmobiliario
- 5. La respuesta a la pregunta de dónde invertir mi dinero la da Robert. T. Kiyosaki
- 6. ¿Quieres alcanzar la libertad financiera? apúntate al curso online TOPsubastas
1. En qué invertir mi dinero para conseguir la libertad financiera
La libertad financiera consiste en organizar nuestras inversiones de forma que nuestro porfolio trabaje para nosotros y nos produzca rentabilidades sin que nosotros tengamos que molestarnos. Dicho de otro modo, lo que tenemos que conseguir es organizarlo todo de manera que sea el dinero quien trabaje, produciéndonos “ingresos pasivos”, que son aquellos que ya no dependen de nuestra presencia física ni de nuestro trabajo, sino que parece que nos llueven del cielo.
La pregunta que se hace mucha gente es: ¿cuál es el camino más rápido y sencillo para alcanzar la ansiada libertad financiera? Pero es una pregunta errónea, en realidad. Aquello que deberíamos preguntarnos es: ¿en qué invertir mi dinero para conseguir llevar a cabo este proceso?
Parece una bobada, pero lo cierto es que hay muchos que lo intentan y muy pocos que dan con la clave: unos invierten en tonterías, otros se meten en negocios improductivos, otros se esclavizan en negocios productivos pero que son agujeros negros para su tiempo.
Desde mi punto de vista, solo hay 3 posibilidades:
1) Invertir el capital en nuestro propio negocio o en otro en el que tenemos fe.
2) Invertir el capital en los mercados bursátiles. En este caso, hay que confiar en terceras personas, porque muy poca gente está capacitada para analizar y llevar a cabo sus propias inversiones en bolsa.
En mi caso particular, las hostias que me di en el año 2000 con las puntocom y, en el 2009, con el inicio de la mayor crisis financiera de los últimos cien años me han vacunado, definitivamente, para no meter mi dinero en esa locura. Los mismos expertos en este sector siempre advierten que, “rentabilidades pasadas, no garantizan rentabilidades futuras”, ¿sabes? Como queriendo justificar inminentes pérdidas de sus fondos…
3) Finalmente, la tercera posibilidad para invertir nuestro dinero es hacerlo en el negocio inmobiliario, el que yo conozco y en el que me muevo bien. Pero, sobre todo, el que siempre me ha dado muchísimas satisfacciones.
2. ¿En qué invertir mi dinero? ¡En activos reales!
Hoy día, construir un capital que nos permita alcanzar la libertad financiera es misión imposible con los productos financieros tradicionales, debido a la baja rentabilidad que estos ofrecen. La regla número uno para los que están pensando dónde invertir su dinero es hacerlo en activos reales, físicos y tangibles, que se puedan tocar con la mano.
Por otro lado, la inflación, los vaivenes en las divisas y las grandes crisis internacionales afectan menos a los activos reales que a los activos financieros: estos últimos tienden a perder valor en periodos de inflación. Con mil euros de hoy solo podrías comprar por valor de 650 euros de 1999; el resto voló con la inflación. Esto es lo que ocurre cuando tu capital se mantiene en una cuenta de ahorro: si la tasa de interés está por debajo de la inflación, tu dinero está perdiendo poder adquisitivo.
Sin embargo, los activos reales tienen el potencial de producir más valor en periodos de inflación elevada: no solo porque el valor de los activos también crece con la inflación, sino porque el precio que podemos pedir por los alquileres también lo podemos elevar debido a la inflación.
El resultado es que cualquier ingreso de renta mensual que se genere a partir de la inversión de un inmueble tiene el potencial de mantenerse al día con el aumento de los precios en toda la economía.
3. Ventajas de invertir mi dinero en el negocio inmobiliario
Primera ventaja: la Ley de Pareto
Para que te vaya bien en el negocio inmobiliario no hace falta matarse a trabajar. En este negocio se aplica perfectamente la Ley de Pareto, según la cual, con el 20 % del esfuerzo se consiguen el 80 % de los resultados, siendo necesario realizar el otro 80 % del esfuerzo para conseguir redondear los resultados hasta el 100 %.
Obviamente, yo no soy tan avaricioso como para entregar tanto esfuerzo solo para conseguir un 20 % extra: mejor dedico ese tiempo a mis aficiones.
Segunda ventaja: no hace falta MBA
Para que te vaya bien en el negocio inmobiliario, no hace falta haber estudiado un MBA en Harvard. Para estas inversiones solo hacen falta grandes dosis de sentido común. Teniendo sentido común, un poco de formación basta para hacer buenos negocios inmobiliarios.
Al contrario que en los mercados financieros, en los que incluso aquellos con estudios superespecializados —auténticos coleccionistas de MBA— se pegan unas leches de campeonato.
En resumen, para que te vaya bien en el negocio inmobiliario basta con un poco de formación y mucho sentido común. Sin embargo, en los mercados financieros, ni siquiera la mejor formación te va a librar de arruinarte y de arruinar a tus clientes.
En el negocio inmobiliario hay que ser muy burro para perder dinero. Y ya no te digo en el negocio de las subastas, en el cual ni siquiera la acémila más negada pierde dinero, siempre que haya tenido en cuenta las tres o cuatro cosas básicas.
Tercera ventaja: puedes hacer las inversiones por ti mismo
Frente a los mercados financieros, en los que necesitas ir de la mano de especialistas para hacer tus inversiones, en el mercado inmobiliario, las puedes hacer tú mismo, sin más ayuda que Internet, un teléfono y una calculadora. No es mal negocio, ¿verdad?
Cuarta ventaja: el ladrillo es un bien refugio
Al contrario que los mercados financieros, el mercado inmobiliario se caracteriza por las inversiones a largo plazo, ya que sus activos son considerados bienes refugio.
4. Desventajas de invertir mi dinero en el mercado inmobiliario
Primera desventaja del negocio inmobiliario: es ineficiente
Por supuesto, como inversor inmobiliario y gran defensor de la inversión en activos reales, también quiero hablarte de algunas desventajas que existen en el mercado inmobiliario, que, a diferencia del mercado bursátil, que es supereficiente, el mercado inmobiliario es muy ineficiente por los siguientes motivos:
- El incremento de la oferta no supone una disminución de los precios
- Es un mercado caracterizado por la localización: en este negocio no existe la globalización. En un punto del planeta se puede estar formando una burbuja mientras en sus antípodas puede haber una crisis de precios
- El suelo no es plenamente comercializable
- Es un bien inmueble: no se puede transportar
- No existe información actualizada de los precios exactos: en otras palabras, es imposible conocer, a ciencia cierta, los precios actualizados de los activos inmobiliarios
- Es un mercado muy inflexible que depende mucho de las normas regulatorias de las administraciones públicas y de la voluntad de los políticos
Segunda desventaja del negocio inmobiliario, la falta de liquidez
Los activos inmobiliarios, al contrario que los valores bursátiles, no se pueden comprar y vender a golpe de clic, sino que requieren de periodos dilatados de tiempo para ser convertidos en dinero. Por mucho que sea su valor, su capacidad de convertirse en dinero contante y sonante está muy limitada por el factor tiempo.
5. La respuesta a la pregunta de dónde
invertir mi dinero la da Robert. T. Kiyosaki
Lo cierto es que cuando leí su inspirador libro Padre Rico, Padre pobre yo ya llevaba doce años en el negocio inmobiliario, pero, esa lectura me resultó impactante porque en Robert Kiyosaki había descubierto, salvando las distancias, a un alma gemela.
En Padre Rico, Padre Pobre, Kiyosaki explica cómo conseguir la libertad financiera a través de la inversión en inmuebles. De hecho, este es el hombre que inventó el término “libertad financiera”. Además, este tipo la consiguió exactamente como yo la estaba tratando de conseguir cuando el libro cayó en mis manos, comprando y vendiendo pisos a través de las subastas judiciales.
Según el norteamericano, la riqueza es medida como el número de días que la rentabilidad de tus activos puede mantenerte sin trabajar. Y la libertad financiera se logra cuando los ingresos anuales procedentes de tus activos exceden tus gastos anuales. Obviamente, todo esto sin trabajar, simplemente tocándote los huevos, siendo el dinero quien trabaje por nosotros. Porque matándonos a trabajar es relativamente sencillo conseguir ingresos que cubran nuestros gastos. Lo meritorio es dar con la clave para conseguir que dichos ingresos lluevan del cielo, sin que tengamos que hacer nada para conseguirlos, salvo haber montado un buen porfolio que trabaje por nosotros.
¿Y sabes qué es lo que más me impactó? Resulta que este método que Kiyosaki había desarrollado para conseguir su libertad financiera coincide punto por punto con el que yo estaba siguiendo. Y su mentalidad también era clavada a la que tengo yo: cuando tienes un euro ahorrado, en lugar de gastarlo en darte un capricho (por ejemplo, en comprarte un Mercedes), inviértelo con inteligencia en activos rentables para poder tener en el futuro todos los coches que quieras comprados con la rentabilidad obtenida de esos activos. De ahí su famosa frase: “No compre lujos hasta haber adquirido los activos necesarios para permitírselos”.
Es decir, que si eres disciplinado y das más importancia al futuro que al presente, puedes cambiar la estructura de la realidad a tu favor.
Resumiendo, que a la pregunta que encabeza este post: ¿en qué invertir mi dinero si me toca la lotería? Mi respuesta es clara: en el mercado inmobiliario. Si unimos la rentabilidad por alquiler al aumento anual del precio de los activos, las inversiones inmobiliarias son las más atractivas a medio y largo plazo.
Pero ¡ojo!, que yo no soy un inversor inmobiliario que se conforma con cualquier rentabilidad (de mierda) de las que se ven por ahí. No, yo llevo más de veintisiete años invirtiendo vía subastas judiciales, por lo que lo mínimo que exijo de rentabilidad por alquiler a mis inversiones es un 15 %. Si no puedo comprar a un precio tal que la inversión me rente ese mínimo, prefiero esperar y dejar que esas “mierdecillas” las compren otros.
¡Que a este negocio venimos a ganar dinero
y no a que simplemente cambie de manos!
Por supuesto habrá que buscar y rebuscar hasta dar con la inversión adecuada, pero no podemos permitirnos el lujo de colocar mal nuestro capital, que es la herramienta con la que contamos para conseguir la libertad financiera. Si la colocamos en malas inversiones, no avanzaremos en nuestro objetivo.
Así que ya sabes, si os ha tocado la lotería como le pasó a mi amiga, el negocio inmobiliario es, con toda probabilidad, la mejor inversión que puedes hacer para conservar e incrementar tus activos.
Pero no solo eso, las inversiones en subastas son siempre un valor seguro, como ya hemos visto con cientos de ejemplos en este blog y lo demostramos, día a día, toda la comunidad de TOPsubastas.
6. ¿Quieres alcanzar la libertad financiera? apúntate al curso online TOPsubastas
En febrero de 2017, lancé mi curso online de subastas. Hoy, TOPsubastas es la mejor escuela de subastas en línea, con una gran comunidad detrás y decenas de profesionales que ya invierten y han conseguido la libertad financiera que tanto deseaban gracias a las inversiones inmobiliarias.
Si tienes interés en conocer más sobre mi forma de vivir y generar ingresos pasivos a través de las inversiones inmobiliarias, te invito a que visites la escuela de subastas (siguiendo el enlace de más arriba) y te apuntes al único curso que te enseñará a invertir y a conseguir la mayor rentabilidad en tus negocios.
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Créeme, formarte conmigo es la única vía seria y razonable de asegurarte que vas a triunfar en el negocio de las subastas.
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Finalmente solo pedirte, querido lector amigo, que si el contenido de este artículo te ha parecido interesante me ayudes a difundirlo por las redes sociales. Ya sabes, pinchando en los botones sociales que verás a continuación.
Totalmente de acuerdo.
El cambio de mentalidad pasa por entender al dinero como una herramienta de «trabajo», y separar una parte de tu capital para utilizarlo de tal modo, mientras que el resto queda para sufragar los gastos ordinarios.
Mientras se siga dedicando el 100% de lo ingresado, del segundo modo, es imposible lograr la libertad financiera.
Buenas Tristán, lo primero felicitarte por el gran trabajo que realizas. Me gustaría plantarte una posibilidad que creo que además puede interesar a otros usuarios. ¿Es posible que en una vivienda en la que hay dos dos dueños, y teniendo en cuenta la Ley de Jurisdicción Voluntaria, sería posible que un solo dueño solicite el expediente de subasta voluntaria sin pasar previamente por un ordinario para la división de la cosa común? ¿Conoces algún caso que haya salido adelante? Un saludo
Lo ignoro, pero lo que si se es que antes de pensar en la subasta tiene que conseguirse una sentencia favorable a la disolución del proindiviso.
Hola, Makaveli, podría uno solo, si lo confirma el otro al notificarle como «interesado», por el art. 14 LJV.
Saludos,
Hola estoy interesada en las subastas judiciales. Me podrías mandar informacion
Hola Maribel. En este blog encontrarás toda la información que puedas necesitar. Y si quieres participar en subastas no olvides que antes tienes que formarte debidamente o estarás poniendo en riesgo tu patrimonio: https://subastanomics.com/triunfa-con-las-subastas/
Interesante artículo. Recoge la esencia de la vida. Si podía haber titulado que hacer con nuestro tiempo. Quiero dejar unas reflexiones. Hoy en día, la inversión en inmuebles se puede hacer vía Socimis. Es tener un título cotizado de la parte proporcional de una cesta de inmuebles, que lleva parejo la gestión de los mismos. Te permite acceder a una tipología de inmuebles que de forma individual no tendrías acceso. Inconveniente, dificil apalancarse, y rendimiento no superior al 10×100. Otra alternativa con nuestro tiempo/dinero sería un mix de las 3 opciones que se propone en el artículo.
Una crítica, cuando el el artículo se habla de invertir en el mercado inmobiliario, se afirman sus bondades frente al mercado financiero, como su contrincante natural. El mercado financiero son empresas, que tienen una rentabilidad estable en el largo plazo, siendo un referente posible sostenido en el tiempo del 10×100, sin pasar por base imponible si quieres (fondos de inversión). Si mei empresa no es más rentable que ambos mercados, tendré que elegir otra asignación de recursos más eficiente, y así hasta siempre, sin bajar la guardia
Buenas tardes Tristan, me dejas apabullado cuando hablas de obtener un 15% de rentabilidad en inversiones inmobiliarias (supongo que no solo debida al puro alquiler si no que consideras las posibles plusvalías derivadas de su venta cuando, como dicen los gestores de las SOCIMIS, el activo está maduro (cosa que jamas he entendido puesto que si el activo me produce una rentabilidad adecuada para que lo voy a vender, ¿para comprar otro igual con el dinero de la venta? ¿no es absurdo?), aún así ya te digo apabullado, pero además sin preguntar ni siquiera si es neta -después de gastos e impuestos sobre el inmueble comunidad IBI derramas etc-) es de entender y deducir que compras a unos precios muy por debajo del valor de mercado de esos activos, que de comprarlos a precios de mercado la rentabilidad creo que muy difícilmente seria por encima del 6,5% -7% y ya es un éxito esa rentabilidad. Luego hay que deducir que tus compras se hacen bastante por debajo del 50% del valor de mercado, desde luego hay que felicitarte por esos resultados y más que los trasmitas a los que se apunten a tus cursos que desde luego los rentabilizarán sobradamente.
Yo en mi pequeñez de inversor inmobiliario y además a base de compras a valor de mercado no supero el 6,6%, y no lo consigo en todos los activos, por ello solo me cabe felicitarte. Un saludo y que esos cursos sean un éxito.
No, José, la potencial revalorización de los activos no entran en mis cálculos de rentabilidad anual. El único truco para obtener grandes rentabilidades es haber comprado muy barato.
Pues me reafirmo, evidentemente, en que tienes que comprar por debajo del 50% del valor de mercado, y supongo que aun siendo en subastas no debe ser nada fácil, puesto que habrá mucha competencia si se obtiene esos margenes.
Nada adelante y suerte.
Que es más rentable, El Corte Inglés o Mercadona?. Si pensamos en la rentabilidad por unidad de producto, la respuesta es El Corte Inglés. La realidad, hay que ver la rotación de productos, y ahí es donde Mercadona barre a El Corte Inglés. Si además utilizas financiación, la rentabilidad puede ser superior, al minorar el capital empleado. Si lo ves en perpectiva, tu rentabilidad puede ser superior al 15% anual, incluso sin poner en arrendamiento el inmueble.